TU CANCIÓN

Buenos días mi amor divino.
Como has observado cumplo con el aislamiento socia obligatorio.
No por mí, ya que el virus sería un pasaporte para llegar a vos, rápidamente.
Provocaría un enojo justificado de tu parte.
No sería bien recibida en el lugar que habitás.
Me enseñaste a pensar en los demás.
Eso está grabado en mi alma, tu eterna solidaridad.
En este caso, se trata de aquella y también de concienciar, al
que cree que no le puede pasar.
Todos estamos en riego, ni el virus ni la muerte muerden su tenebroso tiempo en elegir.
Desde que comenzó esta locura acudo a mis recuerdos para seguir.
He de confesar que no tengo delirios por estar en Edmundo terrenal.
Ante la sordera de todos parece debo continuar.
Temprano se presentó tu imagen.
Más que ella tu voz vocalizando tu canción
favorita
Luego comenzabas a entonar la letra de Misery.
Nunca más bien elegido ese título.
Fuiste un adelantado.
Escuchándote, podías erizar mi piel,
¿Pudiste
entonarla acompañado por las manos de tu hermano del alma acariciando el teclado de su piano o solo, cantabas tangos?
Toda esa miseria, se diluyó
Aquella comenzó a mostrar su cara menesterosa.
Acre.
Creyendo también
reinaba en el mundo de los mortales.
Todo lo contrario.
Nadie puede querer internarse en el accionar de un ente arrebatador.
¿Por qué lo hace?
¿No nació del cuerpo de una mujer?
¿Qué faltante hubo en su niñez como para necesitar alimentarse de otras vidas.?
No solo los seres no queridos, actúan con tata maldad?
¿De personas pasaron a ser parásitos que viven a instancias de otros?
¿Cómo conoció a Tánatos?
¿Buscaban la inmortalidad?
¿Por qué?
¿Para qué?
Después de tu propia muerte, puedo seguir escuchándote.
¿Por qué no te dejaron a mi lado?
¡Cuántos proyectos fenecieron con tu partida?
¿Cuántos más, murieron antes de nacer?
A ninguna madre debería faltarle un hijo.
¿Por qué?
Rompe el orden de la naturaleza.
Vos deberías haberme despedido a mi.
Nunca comprenderé tanta maldad.
Es inaceptable pretender darle un beso a tu hijo y no poder.
Es una locura el después del desués.
¿Para que tanta soledad?
¿No piensan responder?
Preguntas sin razón de ser.
Pese a todos los obstáculos que pongan en el camino, no podrán evitar esté a tu lado siempre.
Conmoverán ante la sonoridad de tu voz de barítono cantándole a las miserias de suelos terrenal y otros también,
Te quiero hijo.
Deseo que estés un instante aquí para llevarte uno de los tantos besos que tengo para vos.
Anhelo el susurro de tu voz cuando era la primera en conocer ese secreto que después dejaría de serlo por estar abierto a todos.
La prioridad era tu mamá.
¿Por qué mi amor?
Presiento porque ninguno de los dos pensó que el destino y la muerte nos podría separar.
¿Escribiré muerte intentando aceptar que estás allí?
No lo sé.
Puedo afirmar con la mayor de las certidumbres que nuca te aceptaré como tal.
¿Por una actitud o reacción rebelde?
Nada que ver.
Solo por amor.
Ese que nadie puede destruír así me lleven a otro enclave del cielo.
¿Podrás recordarme?
Canta hijo querido, canta esa canción para mí.
Las notas del pentagrama, te brindarán el mejor aplauso.
Tu canto nace en el corazón y esta dedicado a tu mamá
, que te quiere de una manera difícil de adjetivar.
Sos el sol de mis días sombríos.
¡Acerca la muerte a mí! No puedo más.
La luz que ilumina el sendero oscuro sin saber muy bien para qué.
Te amo tesoro de mis entrañas, por ello nunca dejaré de pedir, no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=FgC3JQhkqyc