DUALIDADES

Buenos días mi tesoro,
Otro mes que finaliza para dejarme más cerca del horror de los cinco años de tu ausencia.
Por más que desee encontrar alguna explicación, no la encontraré.
Circunstancia insólita como la muerte misma.
Hoy te traje dos símbolos de otras de las diversiones que más amaste.
Tus salidas al teatro.
Hace poco conversando con uno de tus hermanos de la vida me dijo le habías regalado una de las máscaras que representan esa actividad.
Curiosa le pregunté cual de las dualidades, había recibido.
Orgulloso me contó había sido la que representa la sonrisa.
Sabor como siempre no elegiste la que representaba tu malestar físico.
Siempre supiste anteponer una sonrisa ante la desesperación.
No se sabe exactamente cuando nacieron las máscaras, los etnólogos afirman su advenimiento se produjo en Grecia, cuna de la cultura.
Más tarde llegaría a Roma, para que los bufones alegraran al emperador.
Contienen simbolismos, expresiones de miedo y otros sentimientos que a veces sobrepasan al terrenal.
Como la vida una sonríe, la otra muestra la mueca del dolor.
Nuestra vida compartida tuvo un poco de ambas.
En los momentos felices, en los viajes, se dibujaban tal cual una de las máscaras, la sonrisa eterna.
Durante la preocupación comenzaba a reflejarse la tristeza.
Hace casi cinco años que porto esa careta, como fueron denominadas después.
Aún cuando en nuestro país ese vocablo se utiliza de manera despectiva con el propósito de descalificar.
Optimista desde siempre portarste la de la alegría.
A cualquier dificultad me decías “No es grave ma” o el más famoso “Nada dura para siempre”.
Ello por que tenías la inmensa capacidad de razonar con amor.
Sobre todo al prójimo.
Muchos no recuerdan la ayuda que recibieron de tus manos.
Hay que restarles importancia.
Como la realidad a veces se sonríe y otras aparece el llanto.
Concurrir al teatro.
Antes de partir a uno de tus hermanos de la vida le regalaste una máscara de teatro, sabiendo que el admiraba ese arte tanto como vos.
Hace un tiempo, creo que fue el año pasado cuando me comentó cual de las dos representaciones le habías regalado, considerando que para la época que la recibió, comenzabas a sentirte diferente.
Nunca perdiste la esperanza de continuar en el mundo terreno.
Tu obsequio fue la que representa la
sonrisa.
Pese al tiempo transcurrido aún la conserva en un lugar privilegiado de su departamento.
Visto desde tu partida la del dolor.
Nunca más volveré a sonreír.
Me hacés falta para seguir.
Hoy que estoy más tranquila quiero agradecerte el diálogo de hace dos días.
Fue venturoso poder intercambiar pensamientos como antes, aún cuando no te pudiera visualizar.
Todo sirve para sumar.
No te preocupes por mi aterrizaje forzoso de ayer.
Estoy bien gracias a vos.
Quiero pedirte aparezcas en mis estados oníricos, ha pasado mucho tiempo sin que ello ocurra.
Tesoro de mi alma, te amo como a nadie por eso te pido nunca olvides a tu mamá.

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