CRECERÁ EN TU CIELO

Buenos días alma mía.
Cada vez más cerca de la fecha de tu ausencia.
Cada vez pareciera la distancia es mayor.
No quisiera pensar en ello.
Inevitablemente una y otra vez me encuentro sumida en el padecimiento más ingrato.
Siempre repetiré uno de mis axiomas “Los hijos no deben morir” emparentado con aquel que decías con frecuencia, casi como si fuera la antesala de la tragedia que nos tocaría vivir “Nada dura para siempre”
Palabras certeras gravadas por lo que me quede de realidad en mi cerebro.
El sufrimiento fue compartido.
En tu caso lo sentías cada vez que hurgaban en tu cuerpo, en el mío laceraban el alma hasta que terminaron convirtiéndola en un despojo.
Me piden solo tenga recuerdos bonitos.
No puedo descartar los otros, pues fueron tan reales que siguen doliendo hasta el día de hoy.
Si existe Dios será quien perdone o castigue a las fieras que te hicieron padecer tanto.
Gracias por aparecer como una estrella fugazmente en mis sueños.
No fue anoche sino esta madrugada.
Los sueños lindos acortan la distancia sideral que creo nos separa.
¿Has visto el arbolito en miniatura que sostengo en mis manos?
No se trata de un bonsái.
Este nació de un puñado de semillas que me obsequiara alguien que te amó de verdad.
Debía utilizar un máximo dos, en un recipiente de tamaño pequeño.
La tierra estaba fortalecida con humus.
La impotencia me acompañ
ó cada vez que crecía una débil ramita, con dos o tres hojitas amarillentas, pese a que las cuidaba con ahínco.
El resto de las semillas las guardé en un frasco de vidrio, al oscuro.
Luego de varios intentos infructuosos, logré mi meta.
Hoy que la especie tiene un tallo de determinado grosor, lo saqué de su recipiente original.
Una integrante de mi familia chiquita, que del tema sabe y fue el motor para que no desistiera en mis intentos, me explicó como proceder para que llegue a tu cielo
No se trata del arte de cultivar bonsái.
Arte milenario de la tierra de los cerezos.
Ahora que están en verano, constituyen un orgullo para la vista y el corazón.
Según contaba Dante en el Paraíso Celestial todo alcanza el grado de optimización.
El Edén replica ciertos paisajes de la tierra.
¿Es así mi sol?
¿Existen vertientes de agua clara?
¿Quién es el encargado de cuidar las flores?
¿Has escuchado l dulce canto de los pájaros al amanecer?
¿Se parecen a los que tenemos aquí?
¿Cuándo podremos compartir esos espacios de ensueño?
¿Alguna vez podremos celebrar el rencuentro?
¿Cómo será?
¿Podré cumplir mi utopía de darte un beso?
Entelequias que solo el destino sabe si mutarán a realidad?
Solo me resta esperar.
¿Alguna entidad conoce el tiempo que debe transcurrir?
Espero que alguna vez alguien se digne a resolver mis dilemas.
Con el paso del tiempo en lugar de diluirse se van agregando nuevas vacilaciones.
Vivir rodeada de dudas no es bueno.
Preciso cambiar la palabra recordar por abrazar.
Son casi cinco años de soledad injusta.
Nadie se ocupó de enseñarme a vivir sin vos.
Debe ser por que no es posible encontrar ucronías resueltas.
Quiero que sepas que nunca cesaré mi búsqueda.
Quiero volver a creer para de esa forma abrigar la esperanza de verte alguna vez.
La soledad, lejos de endurecer el alma, la transformando las hilachas que quedan después de la tragedia con el propósito de seguir, sin saber muy bien para qué.
Espero que el camino paralelos que comenzó allá por el año dos mil quince, en algún instante se bifurque y pueda producir el milagro de unirse en algún punto del Cosmos.
Espero estés allí.
Es doloroso el después del después.
Hijo de mi alma no te extrañes por el cambio de este enlace.
Te amo.
Nunca olvides, cuanto te quiere u mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=WKkk4JtLFIE