METAMORFOSIS

Buenos días mi cielo.
El que visualizo desde la ventana de mi refugio es gris.
Quizás la bruma lo haya teñido con esa tonalidad, capaz de colocar un velo de tristeza en el corazón más endurecido.
Es una pena esas almas no conozcan la piedad.
Anoche las autoridades extendieron hasta el veintiocho de junio el aislamiento sanitario.
Cuando lleguemos a esa fecha habrán transcurrido cien días desde el inicio.
Casi un tercio del año cuidándonos e intentando que los otros terrenales te imiten.
No ha sucedido a lo largo de estos días no creo ahora cambien de postura por respeto al otro.
Sigo sintiendo rechazo cuando se comparan las cifras de nuestro país con las de otros.
Desechen la ideología política cuando se trata de un virus letal.
No pueden con su meritoria y juzgan a otros.
¿El juego siniestro trae soluciones?
Quizás algunos de mis compatriotas que hacen afirmaciones con total impunidad, no tenga en su familia ningún muerto por ninguna causa.
No se ufanen de una victoria que aún no ha llegado.
Piense que mientras ustedes festejan en el medio de países hermanos hay muertos que tuvieron familia como la tuya o la de otros seres terrenos.
¡Respeto!
Cuando está en juego la vida no se joroba.
No suelo utilizar vocabulario tribunero, deportivo, ustedes so inteligentes y pueden entender el uso de cada grafema.
Quiero saber que hay detrás de tantos días de aislamiento.
Es loable que nos cuiden.
¿Qué hay detrás del telón?
Soy extremadamente curiosa.
Presumo me asiste el derecho a saber.
Mi cielo no te preocupes, no juzgaré a nadie.
El único ser que me interesa sos vos.
Quiero contarte que a lo largo de estos casi cinco años, mi esencia ha sufrido determinadas metamorfosis.
Algunas son internas.
Nadie puede ver que mi corazón está desgarrado por el dolor.
Tampoco son visibles las hilachas de mi alma.
Puedo ocultar la mirada usando gafas.
No siempre.
Si está nublado como ahora sería una ridiculez.
Quienes me conocen a fondo, hago referencia a mi familia chiquita, han notado ciertos cambios.
Entre ellos la mirada que es fiel reflejo del alma.
Mi esencia está,
de duelo eterno desde tu partida.
Se nota en la manera de caminar sin destino.
Antes cuando regresaba a casa estabas cos.
También ha cambiado el tono de voz.
Es perceptible l desgano.
El motor inspirador de mis cuerdas vocales murió en el segundo exacto de tu partida.
¿Para qué hablar cuando no hay nada para decir?
Ha cambiado la actitud frente a las horas cotidianas.
Vida no es nombre.
En general me siento como un robot realizando la cotidianeidad, porque así debe ser.
¿Será así?
Es vox populi que no deseo ser parte del ejército de seres terrenales.
Mi lugar hace casi cinco años, dejó de ser éste.
¿Por qué me mantienen donde no deseo estar?
Como es habitual, nadie responderá.
Ayer alguien de mi familia chiquita me decía tenía, la mirada,
ausente.
Le asiste la razón.
No estoy aquí.
No poseo la pupila como el resto de los mortales.
La mía ha sufrido una metamorfosis.
En el centro de aquellas se dibuja tu figura amada,
El poder del amor incondicional puede con todo.
Mis ojos se detuvieron en tu instante final.
Nada de lo que vino después pudo volver el centro de mis ojos a su nivel anterior.
Debo confesar no haber realizado ningún esfuerzo para que ello ocurriera.
El mundo se detuvo cuando se produjo tu muerte.
¿Por qué no me dejaron ser la guía de tu último viaje?
¿Habrá puntos en sentido inverso para que pueda darte un beso?
Con una mano muy cerca del corazón, afirmo que nunca podrá ser.
¿Es extremista mi
manera, de pensar?
No a la luz de los sucesos vividos a diario.
Nada tiene sustento ante el golpe más duro que la vida te puede asestar.
Arrancarte a tu hijo.
Cortar la simbiosis y empatía que pocos podían comprender.
Siempre toados de las manos.
Inclusive hasta el horroroso final.
¿Nadie fue capaz de advertir que separándonos, tu muerte llevaría a convertirte en cenizas?
De mi lado comencé un proceso diferente.
El corazón no obedeció mis órdenes.
Siguió latiendo en contra de mi voluntad.
¿Para qué?
¿Cuál es la revancha que desean tomarse Tánatos y Muerte con migo?
¿No se han dado por enterados que deseo ayudarlos para morir en paz?
Estoy en las antípodas de la iglesia cristiana.
No acepta el suicidio ni la eutanasia porque se han quedado viviendo para algunas cosas en siglos anteriores.
Para inmiscuirse en la política de ciertos países son los más adelantados.
No necesito del permiso de nadie para tomar atajos y así llegar al final de mi existencia.
¿Saben por que sigo caminando por el sendero de la luz?
Nunca, jamás vulneraría los deseos de mi hijo y menos su memoria.
A nadie.
Repito a nadie debo rendir cuentas de mis actos.
Mi único juez es el que llevé en mis entrañas durante nueve lunas y sus soles.
Es de mi agrado tener las pupilas con su imagen.
Es tan importante el amor inconmensurable de hijo y mamá, que lo he dejado puntar en mi rostro, lágrimas de dolor, diferentes a las otras que todos conocemos.
La metamorfosis, ha sido pródiga.
Estoy de acuerdo con los cambios producidos.
En vida supimos pintar sonrisas en mi rostro.
Recorrimos todos los espacios que puedan imaginar.
Nos faltó conocer juntos los enigmas del cosmos.
Ustedes se lo llevaron demasiado rápido.
¿Han comprendo que ni en estado yaciente entregaré aquellos a Mnémosine o Persefone?
Nunca accederé estar en un enclave ignoto, cubierta por una sábana para que ellas de apoderen de mi memoria o evocaciones.
Soy dura de roer.
La lucha final será desigual.
Ustedes son más que la unidad que representa cada humano
Lejos de temerles anuncio que lucharé por mis derechos de madres hasta que mi ser quede inerte.
¿Tengo temores?
De ninguna manera.
La energía que a diario recibo del ser que más amo en el mundo es suficiente para no deponer actitudes.
No es tiempo de temerosos.
Hijo ayer hablaba con tu prima sobre determinada hipótesis.
No ocurrirá.
Es como si fuera una más que manejan los criminalistas para resolver un caso.
Me preguntaba por determinada posibilidad.
Entiendo sabés, a cual hago referencia.
En el momento que preguntó ¿Qué pasaría si esa familia se acercara a vos?
Respondí,
Nada.
Han pasado muchos años.
No voy a decir cuantos, son muchos como para haberlos colocado en el terreno de la no existencia.
Tu abuela materna siempre me ha retado por esa reacción.
Nada me produce sufrimiento cuando se transforma en la nada misma.
Por supuesto era una hipótesis.
Después de tantos años nada sería igual.
Nunca h sido hipócrita.
Así soy.
No busqué a lo largo de mi existencia nada.
Cuando ello sucedió y fue hace años, pasa al lugar donde mi conciencia dice debe estar en la nada misma.
Lejos de sentir rencor, ni siquiera puedo expresar, le deseo esto o cualquier cosa.
En el campo de la no existencia, nada me produce absolutamente ni rechazo ni rencor.
Hijito, me gusta que en mis pupilas estés vos, igual que en mi corazón.
Quiero darte un beso y un abrazo.
Esperaré.
Llegará cuando deba ser.
Te amo, por eso te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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