PARADOR

Buenos días mi cielo.
Mañana húmeda y nublada
Un día triste para pensar más que nunca en tu ausencia, no se soporta.
Carece de razón.
La muerte nunca puede transformarse, en argumento sostenible de aquellos que me dicen ya pasó.
No comprendo ese idioma despojado de amor.
Pasó.
Lo sé.
Ello no sugiere convocar al olvido como pretenden,
¡Cuanta ligereza en el razonamiento de aquellos que tienen la familia completa!
Cumpliendo con el aislamiento sigo viajando transportada por la imaginación en compañía de mis musas.
Prometí no volver físicamente más a los espacios que visitamos juntos.
Algo que cumpliré.
Es diferente viajar con el pensamiento.
¿Reconocés el lugar?
Se trata de uno de los tantos paradores que tiene el delta del río Paraná.
Allí los isleños esperan ascender o descender de las lanchas de pasajeros que trabajan sobre tierra firme.
También se detienen las lanchas almaceneras.
Supermercados flotantes para aquellos que no tienen deseos de ir a la ciudad a comprar.
Para las contingencias, se llama a la Prefectura que es a que traslada a los enfermos a centros hospitalarios.
Los maestros y niños abordan esas embarcaciones para concurrir a la escuela.
En ese curso de agua, está prohibido nadar, debido al intenso tráfico de navíos.
Enclave maravilloso para quienes les gusta vivir en contacto permanente con la naturaleza.
Edificaciones espaciosas donde predomina el color verde intenso de los árboles asemejando una zona selvática.
Belleza incomparable.
Son tan grandes los deseos que tengo de verte, cristalizando la utopía de darte un beso, que si me citaras en u parador del delta, pese a, mi adversión, al agua profunda no dudaría en esperarte allí.
Han pasado casi cinco años de la última vez que pude darte tantos besos y abrazos para que sintieras el deseo de querer enlazar tu alma a la vida.
Ni en sueños pensé podrías morir.
No lo asumiré.
Menos lo aceptaré.
Entre el gorjeo de una rica fauna de aves pareciera escuchar tus ejercicios antes de cantar.
Dejo vuelen los pensamientos hasta donde estás, aú cuando no sepa muy bien la denominación del ese trozo del universo.
Como he manifestado, otras veces, me gustaría volver a creer.
Tranquilizaría, mi alma pensar que los muertos tienen su propio lugar en el Cosmos.
Deseos que se derrumban cuando te busco y no puedo visualizar la figura de tu imagen.
¿En que lugar estás?
¿A que dedican el tiempo eterno las almas de los muertos?
¿Por qué razón, jamás un terrenal ha podido visitarlos para contar fehacientemente qué encontró?
¿Existe vida en otros planos?
¿Has visto alguna madre reencontrarse con su hijo?
¿Ocurre o solo es una entelequia?
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
¿Alguna actitud de mi parte te produjo desencanto y por ello no puedo soñarte?
¿Por qué siendo tan sabio no me enseñaste a vivir sin vos?
¿Cuál es la manera que utilizás para mitigar tu propia soledad?
¿Has llorado en alguna ocasión?
¿Quién contuvo tus lágrimas?
A diario repaso tus fotos,
en las últimas se nota la tristeza de tu mirada. Antes vivaz.
¿Por qué el mundo se da vuelta cuando muere el ser que se trajo a la vida para que viviera?
¿Por qué me piden me desprenda de mi pasado?
No puedo hacerlo.
En ese espacio de nuestras vidas están todos los momentos compartidos.
¿Dónde radica la gravedad por aferrarse a los momentos más bellos que nos permitido compartir el destino?
¿Por que nadie sabe decirme sobre tu vida tan efímera?
¿Por qué solo devuelven silencio a mis vacilaciones y dilemas?
Para todo en la vida de los mortales existe una explicación nacida en ciertos dogmas.
No se encuentran cuando el centro de la duda es un hijo muerto.
¿Existe un dolor más enorme que esa pérdida fatal?
Gea es enorme.
Podría contener a todos los seres.
¿Por qué el ciclo es nacer, vivir y morir?
¿Alguien podría explicarlo sin aferrarse a mitos que la realizada voltea como si fuera un castillo de naipes?
¿Cuál es el sentido de la vida si al final de la vida de manera abrupta espera la muerte?
¿Por qué es ella quien elige a sus víctimas?
Por más reclamos que eleve nadie puede llegar a comprender la desesperación de no tenerte.
Nuestras vidas eran casi perfectas.
A ninguno de los dos nos importaron los bienes materiales.
La mayor riqueza era tenernos, disfrutarnos.
Ejercitar el lenguaje de las miradas.
Al morir mi cielo adorado, comprobé de mi ser brotaban heridas internas.
Una especie que solo padecen las madres que pierden a sus hijos.
No cicatrizan nunca.
Es imposible ç, el dolor permanente agranda su tamaño.
Para ellas no existe cura.
La intensidad del amo agiganta las llagas del alma.
Es hora de regresara mi refugio.
He sido privada una vez más de disfrutar por un instante de tu imagen.
¿Qué logran con mi permanencia en suelo terreno?
¿Cómo demostrarles el hartazgo de continuar donde no lo deseo?
Chiquito, quiero pedirte me cumplas el anhelo de soñarte.
Sufro al pensar en la distancia que nos separa.
Te amo más que a nadie.
Sos el pilar que me sostiene.
Tenés intenciones sublimes al no querer caiga en cualquier abismo oscuro.
Desearía que estos intercambios te llevaran un poco de alegría.
No puedo escribir de otra manera cuando miasma está, desgajada.
Sos comprensivo.
Espero no me dejen olvidada en suelo terreno.
Ayudame, a llegar a vos.
Como siempre he de pedirte, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=wdyTEkREkII