Han transcurrido noventa y tantos días de aislamiento obligatorio.
La situación empeora cada día.
Era previsible.
No se sostiene dado que las autoridades con ciertas declaraciones nos dejan perplejos.
No tengo sobre dosis de televisión.
Prefiero escuchar radio donde algunos ministros en lugar de hablar deberían estar escondidos.
Con pérdida de capacidad de hablar dado que agregan miedo a un panorama confuso que no saben resolver.
Ayer en horas de la mañana quien está a cargo del Ministerio de Salud, ante la pregunta de un periodista sobre la cantidad de camas en cuidados intensivos, alegremente expresó no tener ese dato.
Aplausos ante tanta ignorancia.
¿A quien se le debe preguntar?
Al ministro de obras públicas?
Seguramente ante semejante pregunta quedaría como todos los ciudadanos argentinos, congelado.
No se informa a la sociedad.
Los datos son confusos pues durante noventa días estuvieron charlando sin tomar el toro por las astas.
En pocos días cumpliremos cien días de aislamiento.
Ante las declaraciones sin sentido de ciertos personajes, con las precauciones del caso, voy a violar las órdenes que emanan de seres que no saben donde están parados.
¿Por qué la máxima autoridad de nuestro país no usa tapabocas o barbijo?
Haber sido elegido para desempeñar el cargo más alto le tendría que hacer notar que es el quien debe dar el ejemplo y no criticar a quienes corren por la noche al aire libre.
Es lamentable que ciertas declaraciones, parezcan salidas de una revista de chismografía.
¿Pretende compararse con Finlandia?
Solo nos asemejamos en las coloridas auroras que visten el cielo de colores increíbles.
En el país nórdico se denominan boreales por estar cerca del Polo Norte.
En el sur Australes.
Hace un mes un periodista componente de un programa muy escuchado, decía que en nuestro país también se producen auroras boreales.
¡Nooo!
Son australes que quiere decir sur.
¿Cómo pueden ser tan faltos de conocimientos?
Como te imaginás llamé a la radio para hacer conocer semejante detalle garrafal?
Lo mismo hice meses atrás cuando una periodista haciéndose, la sabihonda, anunció el nacimiento de un bebé de la familia real como mestizo.
Lejos de permitir esa ineficiencia en la información, me dedique a enviar más de quince tuits, sin pausa para hacerle conocer a la ignota periodista que para ser mestizo un bebé tiene que tener padres de diferente raza.
No tiene nada que ver su los padres nacen en países diferentes.
La mediocridad, va de la mano de la mentira.
Por ello las cifras que les obligan a pasar en cuanto a la pandemia se refiere no son veraces.
No es necesario compararse con nadie cuando no sabemos arreglar nuestra propia casa.
Un horror.
Es natural en épocas de encierro cambie el estilo de vida.
En las noches tener pesadillas extrañas.
La turbulencia aparece en los sueños.
Te traslada a cualquier parte del orbe.
En este caso te soñé en uno de tus lugares preferidos.
El mar.
Desde la playa, el sitio exacto donde las olas dejan su corona blanca espumosa para morir, encontré una escalera mecánica.
Curioso lugar para un sueño turbulento.
El sol asomaba entre las nubes.
Producía un efecto fantasmagórico.
La escalera tenía peldaños para ascenso y descenso
Llama
mi atención ver tu atuendo para ascender.
Nunca hibieras usado una campera de colores claros.
Encorvado, dejabas te llevaran quien sabe adónde.
Desde los escalones descendentes dos gaviotas de blanco plumaje revoloteaban por l lugar.
Comprendí te pedían detuvieras el ascenso.
Casi sin voz por la emoción.
Quebrantada por el llanto me uní a su reclamo.
Gritando con la fuerza que me quedaba, pronuncie las siete letras más hermosas del mundo que conforman tu nombre.
Clamaba por tu regreso aún cuando sabía, el mismo no cristalizaría.
Parecías cansado.
La espalda encorvada te agregaba años.
Semejantes a las de un ser añoso por las que la vida paso arrasando con todo.
Reconocí la mirada de la despedida.
No creas cambié de lugar para este sueño turbulento.
Dualidad.
Por un lado tu ascenso por esa maldita escalera que decretaba el final.
Por el otro, sentada al lado de tu cama sosteniéndote la mano para que no tuvieras demasiado miedo en el viaje en el que no sería tu guía.
Este sueño loco no se produjo en una madrugada cualquiera.
Hoy mi escritor favorito hubiese cumplido años.
Tu abuelo materno propició el encuentro con el hombre de letras.
Después de atravesar un pasillo de glicinas perfumadas, legué a su escritorio, presidido por la foto de su amada Matilde.
Me contó que ella lo retaba pues tenía un espacio del jardín que no dejaba nadie tocara.
Allí se acumulaban, las hojas de otoño de un añoso árbol.
Le encantaba la pintura.
Hobby que abandonó cuando sus ojos comenzaron a apagarse.
Un genio de las letras.
Quizás uno de sus intensos libros Sobre héroes y tumbas, fuera preludio del devenir de su tiempo.
El mundo de los ciegos, ubicado en los subsuelos de la Basílica de la InmaculadaConcepción de Belgrano.
Conocida como la iglesia redonda por su cúpula.
Explicaba un científico que en épocas de aislamiento, las pesadillas suelen ser recurrente y están enlazadas a nuestras vidas.
No fue una pesadilla,
Solo un sueño turbulento.
A don Ernesto Sábato no solo lo leí sino que tuve el placer de escuchar su voz casi apagada.
Ujn ser humano que poco tenía que ver con los terrenales.
Con las diferencias de los años demasiado parecido a vos.
Esta mañana pensé que el servidor que todos utilizamos lo recordaría como se hace con los grandes.
No ocurrió.
¿Desatención?
¿Miserabilidad hacia el más grande de los poetas argentinos?
No lo sé.
A veces recuerdan el nacimiento de un mosquito.
En esta ocasión ni siquiera una mención, a quien luchó por los derechos humanos.
Don Ernesto nosotros te recordamos, quienes te hemos leído y en el caso de mi hijo muerto puedo afirmar que te admiró por tu amor a la libertad.
Tu casa es un museo que administra tu nieta.
No ha cambiado mucho.
Conserva la esencia de tu arte.
Hijo mío en estos sueños turbulentos han aparecido los dos,
¿Lo has visto caminando en el cielo?
Ni era demasiado creyente.
Vos tampoco.
Quisiera se encontraran para compartir soledades.
Hijo de mis entrañas, es dificultoso vivir en medio de las sombras producidas por tu ausencia.
Se parecen al sol de la imagen casi cubierto por oscuros celajes.
Te extraño.
Lo sabés.
Quiero irme al lugar donde estás.
Nada me retiene aquí.
Es un tema largamente conversado con las aves de blanco plumaje.
Ellas quieren verme sonreír.
Saben que ello sucederá si nos encontramos.
¿Podrás reconocer el rostro de tu madre?
¿Me querés como ayer?
Lo demás ni tiene importancia,
Preciso al verme reconozcas a la mamá de siempre.
Si ello no ocurriera el dolor sería un estigma que atraviesa la eternidad.
Te amo chiquilín, por eso te pido, nunca olvides a tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=eVNdd0TzVCQ
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