Buenos días
hijo hermoso.
Te saludo en
una mañana idéntica a vos, a los pensamientos que no desean transformarse en
recuerdos dado que son sensaciones latentes en mi corazón.
Es cierto no
estás físicamente, ello no significa no pueda tenerte alojado en mi mente de
manera eterna.
Los fines de
semana, sabés son una tortura para mí.
Como es
costumbre estoy a la espera de tu llegada.
No se
produce nunca pese a que los deseos van en continuo crecimiento.
Ayer fue un
día donde repasé en un documental, historias parecidas a la realidad que el
destino eligió para mi sin consulta previa.
Una
imposición dolorosa, no solicitada.
Suele
realizar esos desafíos a los que jamás respondí.
La imagen
que antecede las letras de esta conexión que me permite estar junto a vos,
pertenece a una sobrina de la escritora británica Virginia Wolf.
La preferida
de aquella.
No solo por
su belleza sino por su histrionismo.
Quienes
llegaron a conocerla decían portaba los genes de su famosa tía.
Una chiquilla hermosa, de mirada transparente como las aguas del mar.
Facciones
tan delicadas que la alejaban del canon de los seres humanos.
Afirmaría
era una niña angelada.
No encuentro
otra definición, un ser histriónico para
su corta edad.
Quien la
conocía decía tendría el futuro promisorio de su famosa tía.
Como sucede
en estos casos fue elegida para derramar su luz desde otro plano cumplidos los
diez años de edad.
meses antes
había posado como modelo de un joven pintor, impresionado por la belleza de la
nena.
No se trató
de una pintura común sino de un rostro maravilloso, retratado con adornos tales
como una paloma con las alas desplegadas en uno de sus pómulos.
El artista
del pincel saltó a la fama por ese retrato.
A punto de
instalarse en París, el día del viaje, antes de abordar el avión se enteró de
la desaparición súbita de la joven que había posado para él.
Post morten
el cuadro recibió infinidad de galardones.
Ella ya no
estaba para disfrutar de su carita reproducida
en infinidad de objetos.
Sus padres,
golpeados por la tragedia, se recluyeron en un monasterio de una ciudad que por
pedido expreso de la familia, se mantuvo en secreto.
Su tía la
famosa escritora Virginia Wolf, solo permitió, estuviera en el prólogo de una
de sus obras.
Hijo querido,
te traje algunas de las frases más conocidas de la poetisa británica.
¿Las leemos?
““No hay
barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.”
“El amor es
una ilusión, una historia que una construye en su mente, consciente todo el
tiempo de que no es verdad, y por eso pone cuidado en no destruir la ilusión.”
“Es obvio el
que los valores de las mujeres difieren con frecuencia de los valores creados
por el otro sexo y sin embargo son los valores masculinos los que predominan.”
“Durante
todos estos siglos, las mujeres han servido de espejos dotados del mágico y
delicioso poder de reflejar la figura del hombre al doble de su tamaño.”
“Si no
cuentas tu propia verdad, no puedes contar la de los demás”.
“Como mujer
no tengo patria, como mujer no quiero patria. Como mujer, mi patria es el
mundo”.
“La vida es
sueño; el despertar es lo que nos mata”.
“La belleza
debe romperse a diario para permanecer hermosa”.
“Durante la
mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer”.
“Una mujer
debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”.
Virginia una
mujer talentosa, envidiada,
En su época
no era habitual, las mujeres se dedicaran y con gran éxito a las artes.
Quería trascender y pudo lograrlo.
Pese a que
no lo decía, su fuente de inspiración era su sobrina Ella.
Siempre quienes
han partido dejan en quienes quedamos habitando el inframundo, su huella
eterna.
Siempre
reitero sos el símbolo del amor más
puto.
Jamás
imaginé pasar el horror de perderte,
Traje vida a
la vida para que viviera.
Eras vos
quien debía despedirme.
Los
designios del destino señalaron lo contrario, sin respetar el orden natural.
Renazco con
estos enlaces.
Mis días son
todos iguales.
Al atardecer
rompo en llanto, nadie introducirá la llave en la cerradura.
Nunca más en
suelo terreno podré darte un beso.
Siempre
estaré esperándote para decirte cuanto te amo.
Hijo querido
me hacés falta.
Te has
convertido en mi guía.
A diario
recibo tu energía.
La agradezco
con el alma.
Ahora quiero
estar a tu lado, para ello deberás ayudarme a llegar.
Sola no
puedo, desconozco el camino.
Nos esperan
largas tertulias.
No es justo
estés solo.
Te amo hijo
adorado.
Jamás dejaré
de escribirlo.
Quiero
decirlo mirándote a los ojos.
Llorar por
la alegría del reencuentro.
En ocasiones
pienso solo se trata de una entelequia.
Hijo
querido, siempre he de pedirte, no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=lkBn6C7lrYs&t=66s
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