SENSACIONES

Buenos días amor inmenso.

Te saludo en una mañana muy fría.

Los aparatos que funcionan a gas asemejan tener combustión con velas de cumpleaños.

Así fue el invierno de tu partida.

Cada día te extraño más.

Es muy difícil continuar sin vos.

En los momentos que no desarrollo ninguna actividad, repaso las sensaciones que tuvimos juntos.

La más importante tu nacimiento.

Instante mágico, difícil de narrar.

Un niño mirando hacia todos lados para descubrir de a poco aquel  lleno de luz, como la del sol, sin detenernos a pensar en tormentas o tempestades.

Tsunami que te arranco de mi lado para no devolverte jamás.

Es fácil hablar de recuperación.

Puedo asegurar ese evento no pasa cerca de quien ha perdido el amor más puro, existente en la vida terrenal.

En quince días los designios del destino decidieron dejarme sola.

Tu luz como la del sol en un instante se apagó.

¿Por qué?

Nadie tiene respuestas para esta mamá, destinada a navegar en mares de soledad o abismos de los que siempre emerjo gracias a vos.

En un segundo se descoloca la vida.

Es necesario volver a empezar cuando en realidad, no se alcanza a comprender, qué hacemos en la tierra.

Aparentemente soy la misma.

Es solo un efecto visual.

No existe mujer en el mundo que vuelva a parecerse a quien fue, cuando su hijo estaba acompañándola.

No es mi deseo vivir en estado de ostracismo total.

Preciso ver la luz del sol.

Evocar sensaciones compartidas.

Esas que nos permitían discurrir sobre un mismo tema desde visiones opuestas como la luna y el sol, necesitándonos.

¿Por qué decidieron por nosotros?

¿Por qué tan lejos uno de otro?

Solo están pegadas como hermanos siameses nuestras almas.

No alcanza querido hijo, es necesario te vea a vos.

Un segundo convertido en ese beso aletargado.

¿Por qué no se hace realidad?

Tengo tantos besos guardados para vos que aún, cuando no quiero contarlos han pasados los dos mil.

Entiendo también padecés la soledad.

Acostumbrado a estar rodeado de gente tu hábitat debe ser un páramo. 

Sos mi vida.

El sol que ilumina cada una de mis mañanas dándome energía para seguir sin saber muy  bien para qué

Quiero compartir hoy na sensación, nacida de la pluma del poeta francés Charles Baudelaire:

“El sol

Se muestra una figura ambigua del sol: en el paisaje urbano es furioso y cruel, y en el campo es un padre que nutre, alegra y cura enfermedades. Hay una comparación entre el poeta y el sol que sugiere una poesía incluyente, en la que todo tiene cabida; también la enfermedad, los edificios, la fealdad, lo mundano, lo común.

Por la vieja barriada, donde, de las casuchas

las persianas ocultan las lujurias secretas

cuando el astro cruel furiosamente hiere

la ciudad y los campos, los techos y sembrados,

quisiera ejercitarme en mi esgrima fantástica

husmeando en los rincones azares de la rima,

tropezando en las sílabas, como en el empedrado,

acaso hallando versos que hace tiempo soñé.

Ese padre nutricio, que huye de las clorosis,

en los campos despierta los versos y las rosas;

logra que se evaporen hacia el éter las penas

saturando de miel cerebros y colmenas.

Es el quien borra años al que lleva muletas

y le torna festivo como las bellas mozas,

y a las mieses ordena madurar y crecer

en la inmortal entraña que desea florecer.

Cuando, como un poeta, desciende a las ciudades,

ennoblece la suerte de las cosas más viles,

y penetra cual rey, sin séquito ni pompa,

tanto en las casas regias como en los hospitales.”

Al leer tan magnas letras, me pregunto si en el universo la luna será la muerte y el sol fuente de vida para alimentar la esencia de aquella.

Si debiera optar por una sería  la luna fría, tan lejana como La muerte que te alejó para siempre de mamá.

¿Cuándo partiré a tu lado para  volver a sonreír?

¿Cuándo estaré a tu lado para finalizar esta tortura encaprichada junto a mí?

No existe forma de dimensionar el amor hacia un hijo amado.

Solo se siente esa sensación inconmensurable, arraigado,  en nuestro ser allende la eternidad.

Desearía con todo mi ser poeta para regalarte las más hermosas letras y de esa forma despertar nuevamente tu sonrisa disfrutándola como ayer.

Ayer ausente.

Frío constante de la soledad.

Te amo hijo querido, tanto que no puedo dimensionarlo.

Sensaciones intentando ayudar para que siga aquí cuando mi deseo es estar allá.

Para quien escribe los vientos del cambio han  cesado su silbido.

El movimiento ha cesado.

Impotente, no puedo remediar esta situación.

Ayudame a llegar a vos sin más dilaciones.

Tengo la certeza podrás complacerme.

Empezaremos una nueva vida cerca del sol.

Hijo de mi alma, juntos seremos potentes en la eternidad.

Tesoro, sé que a veces repetir los sueños logra se cumplan.

Como siempre en estos contactos te pido nunca olvides cuanto te quiere mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=uTlPPqPodiA