Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
una mañana con demasiada niebla.
Con el paso
de las horas , lleará radiante Helios.
Temprano
saludé a tu amigo por su cumple.
Esperaba
soñarte, no fue posible.
Profundamente
dormida en mi sueño apareció Gea.
Emergía de alguno de los océanos que circubdab sy syoerfucue.
Vestida de
casas, portaba en una de sus manos el documento, acreditando su identidad.
Pocas veces
la observé tan radiante.
Onteigente
dejó bajo la superficie parte de su
vestimenta.
En este caso
por quienes viven en luchas bélicas.
Mientras
allí estuviera, no permitiría , wl color verde de los misiles que solo traen
muerte.
Prefiere
territorios donde no se matan entre humanos y terrenales para seguir respirando
paz.
Pese a ser una
mujer poderosa, seleciona territorios pacíficos cuando debe mostrarse .
Saia quiere
llevar a todos por el camino onde vive la concordancia.
La
superficie
es inmensa,
no tanto como el agua que la circunda.
Todos los
paisajes están contenidos en Gea.
Desde
desiertos de doradas arenas, a lugares
jamás conocidos por el hombre.
Refiero a
sus zonas selváticas, donde muchos
terrenales han perdido la vida por el afán de explorar todo.
Inclusive
los espacios, vedados a la presencia terrena.
Ha emergido
del agua para solicitar recibir los cuidadis que merece.
Si de ella
dependiera, pediróa al mar apagara los focos ígneos de sitios donde la
beligerancia se ha ibstalado de manera
permanente.
Ello deberóa
corregirse aportando pensamientos capaces de ayudar a todos, con la convicción de poder compartir dejando de lado
las agresiones del ignorante.
A ése, hay
que eduucarlo.
Nunca
imponiendo sino sugiriendo.
Quien se
niega a vivir en paz, debería buscar el espacio que ocupan seres que nada
aportan.
A Gea le
agradezco, nos haya permitido todos los paisajes de los enclaves visitados en
cualquier lugar del mundo donde pudimos conocer ciudades maravillosas.
Otras
culturas para enriquecer la propia.
Mejorar el
sitio donde vivimos a fin sea confortable para todos.
Debemos
dehar buenas semillas para quienes nos preceden en el camino.
A Gea, madre
de tantos hijos, pueda contestar alguno de mis dilenas.
El silencio
en cierto modo se parece a la derrota no esperada.
¿Qué hacés por tu ciudad?
Hijito como
lo hago a diario, hoy te dejo un poea de Baldomero Fernández Moreno,
ecpresándose sonre el tema de este contacyp que por ahora no permite pueda
darte el beso que tanto deseo.
“El poeta y
la calle
Madre, no me
digas:
—Hijo,
quédate...,
cena con
nosotros
y duerme
después...
Cuando eras
pequeño
daba gusto
ver
tu cara
redonda,
tu rosada
tez...
Yo a Dios le
rogaba
una y otra
vez:
que nunca se
enferme
que viva
años cien;
robusto,
rosado,
gallardo
doncel
le vean mis
ojos
allá en la
vejez.
Que no tenga
ese aire
de los
hombres que
se pasan la
noche
de café en
café...
Dios me ha
castigado.
¡Él sabrá
por qué!—
Madre, no me
digas:
—Hijo,
quédate...—
La calle me
llama
y a la calle
iré...
Yo tengo una
pena
de tan mal
jaez
que ni tu ni
nadie
puede
comprender,
y en medio
de la calle
¡me siento
tan bien!
¿Qué cuál es
mi pena?
¡Ni yo sé
cuál es!
Pero ella me
obliga
a irme, a
correr,
hasta de
cansancio
rendido
caer...
La calle me
llama
y
obedeceré...
Cuando pongo
en ella
los ligeros
pies,
me lleno de
rimas
sin saber
por qué...
La calle, la
calle,
¡loco
cascabel!
La noche, la
noche,
¡qué dulce
embriaguez!
El poeta, la
calle y la noche,
se quieren
los tres...
La calle me
llama,
la noche
también...
Hasta luego,
madre,
¡voy a
florecer!”
Desearía Gea lleve a la Ciudadela de los muertos para
estar con vos, eternamente.
Nada debo
hacer en la tierra.
Tengo la
certeza Gea, conoce el lugar exacto,
donde moran quienes han perdido la vida.
A ella que
fue madre de tantos hijos, todos dioses del Olimpo, le ruego me lleve a tu
lado.
Nunca
comprenderé este cautiverio.
Mi vida no
debería tener continuidad con tu
ausencia.
Sos mi único anhelo.
Tener la
posibilidad de abrazarte y darte un
beso, como todas las madres lo hacen con sus hijos.
No es exagerado
el pedido cuando mi alma se está deshaciendo.
Me hacés
falta.
Nada puede
mitigar el dolor producido por la falta del ser que más se ama en la vida.
Te acuné
durante nueve lunas y sus soles para que
tuvieras una existencia única y duradera.
No debería
revistar en el terreno de las entelequias la probabilidad del reencuentro.
¿Por qué a
veces puedo aferrarme a esa creencia y la realidad me obliga a descartarla?
¿Saben los
otros cuánto se ama a un hijo?
Es ingrato
seguir esperando por un derecho.
¿Qué es la
vida?
¿Qué es la
muerte?
¿Cuál es mi estadío?
¿Para qué
sigo en el espacio que no quiero?
No tiene sentido seguir cautiva..
Hijo te
extraño.
Te pido
ayuda para llegar a tu hábitat.
Jamás
invadiría tus propios espacios, puedo estar cerca sin invadir tu privacidad.
Necesito me quieras como antes.
¿Cuándo
podré darte un beso?
Te amo hijo
querido.
Amor
incondicional que no es usual suceda.
Además del
mejor hijo, también se fue mi mejor amigo.
El máximo
confidente.
Hijo querido
pasan los días, son todos iguales.
Hace falta
la magia de tu esencia.
Tu mirada
profunda.
Las
reflexiones tan atinadas.
La
luminosidad alejando la oscuridad de los abismos ancestrales.
Faltás vos
para que desaparezcan las entelequias.
Solo
festejaremos realidades.
Querido mío
por favor no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=KNJILqL67RY
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