Hola hijo
querido.
Te saludo en
una mañana desapacible.,
No solo por
el na mañana inestable.
No solo por
el clima sino por determinadas emociones y
jamás deberían rozarnos.
Sin embargo
suceden.
No fue suficiente cambiara los teléfonos, tanto
el fijo como el celular.
A
través del servidor de internet, llegan
notificaciones silenciosas de personajes indeseables, que por su perversidad
manifiesta, he pasado al terreno de la no existencia.
Quienes se
acercan solo por interés monetario, son entes tóxicos.
Es necesario
no victimizarse después de haber agraviado de la manera menos esperada.
Nada llega a
producir el efecto enfermizo buscado.
Nada han de
conseguir. Pues no temo a nada.
Cuento con
tu energía para sobrevivir.
Tu luminosidad
capaz de atravesar cualquier oscuridad.
Lo demás es
superfluo.
Cuando veo
el inicio de las notificaciones procedo
a borrarlo, son leer el contenido.
Si osaron tratarme de haber perdido las capacidades
intelectuales, solo de mi recibirán silencio.
Mi tiempo es
valioso.
Tanto que en
los sueños de madrugada. Estábamos juntos en los recipientes de un antiguo,
reloj de arena.
En la parte
superior, cerca de las estrellas brillando en la frialdad de la noche, estabas
vos. Acariciado por esos granos minúsculos
de y tono dorado.
Curiosamente,
vestíamos ropa de noche idéntica.
En el cristal inferior leía un libro mientras la
arena comenzaba a caer lentamente y de esa forma conocer la hora de ese instante sublime.
El horario
es aleatorio.
Estar juntos
era prioridad.
Intenté imaginarte
a tu espacio para darte el beso ansiado
No fue posible.
El oricio
para el paso de la arena, es demasiado pequeño.
No era
posible pasara mamá.
Solo la
esencia podía atravesarlo para llegar a tu lado.
Desde
siempre el humano quiso saber en que hora del día
se
encontraba.
Los primeros
relojes se marcaban en la arena, cuando el sol legaba al zenit
desapareciendo las sombras, había llegado el mediodía
Después
llegaron los
de metal.
Cronos en el
camino de la perfección trajo los de arena, hasta llegar a los de hoy.
¿Por qué se
mide el tiempo?
Presumo es
para señalar la llegada u partida de
quienes habitan suelo terrenal.
En mi
existencia el tiempo es una tortura pues no te he vuelto a ver desde que te
fuiste a la eternidad.
Estoy leyendo
un poema de Jorge Luis Borges, quiero lo
escuches desde donde estás:
“RELOJ DE
ARENA
Autor: Jorge
Luis Borges
Está bien
que se mida con la dura
Sombra que
una columna en el estío
Arroja o con
el agua de aquel río
En que
Heráclito vio nuestra locura
El tiempo,
ya que al tiempo y al destino
Se parecen
los dos: la imponderable
Sombra
diurna y el curso irrevocable
Del agua que
prosigue su camino.
Está bien,
pero el tiempo en los desiertos
Otra
substancia halló, suave y pesada,
Que parece
haber sido imaginada
Para medir
el tiempo de los muertos.
Surge así el
alegórico instrumento
De los
grabados de los diccionarios,
La pieza que
los grises anticuarios
Relegarán al
mundo ceniciento
Del alfil
desparejo, de la espada
Inerme, del
borroso telescopio,
Del sándalo
mordido por el opio
Del polvo,
del azar y de la nada.
¿Quién no se
ha demorado ante el severo
Y tétrico
instrumento que acompaña
En la
diestra del dios a la guadaña
Y cuyas
líneas repitió Durero?
Por el ápice
abierto el cono inverso
Deja caer la
cautelosa arena,
Oro gradual
que se desprende y llena
El cóncavo
cristal de su universo.
Hay un
agrado en observar la arcana
Arena que
resbala y que declina
Y, a punto
de caer, se arremolina
Con una
prisa que es del todo humana.
La arena de
los ciclos es la misma
E infinita
es la historia de la arena;
Así, bajo
tus dichas o tu pena,
La
invulnerable eternidad se abisma.
No se
detiene nunca la caída
Yo me
desangro, no el cristal. El rito
De decantar
la arena es infinito
Y con la
arena se nos va la vida.
En los
minutos de la arena creo
Sentir el
tiempo cósmico: la historia
Que encierra
en sus espejos la memoria
O que ha
disuelto el mágico Leteo.
El pilar de
humo y el pilar de fuego,
Cartago y
Roma y su apretada guerra,
Simón Mago,
los siete pies de tierra
Que el rey
sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo
arrastra y pierde este incansable
Hilo sutil
de arena numerosa.
No he de
salvarme yo, fortuita cosa
De tiempo,
que es materia deleznable.”
No se trata
de los autores que más me agrandan.
Su léxico es
inconfundible.
Produce
dolor, haya quedado ciego a temprana edad.
Un
revolucionario para su época.
Fue
maltratado por sus compatriotas por pesar diferente y decirlo.
Vivió muchos
años en Suiza.
Enfermo
decidió.
A su muerte seleccionó. Ser sepultado
en Ginebra,
No me gusta
se mida el tiempo.
Provoca
dolor saber cada día que pasa se suma a los anteriores en que no te tengo
físicamente.
Te amo
precioso hijo.
Ye extraño
más que nunca.
¿Cuándo
llegaré a tu morada?
No deseo
seguir viviendo.
Todos lo sabem.
¿Cronos que
debo esperar para partir?
Querido hijo
y mejor amigo.
Por favor no
olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=lY4AHUE3FH4
No comments:
Post a Comment