SIN VOZ

Buenos días alma mía.

Hace seis años comenzaba el preludio de la ausencia eterna.

Inesperada como la visitante que te llevaría a ese mundo por mí desconocido.

Te extraño hijo querido, imposible describir cómo.

Hoy en este enlace que nos acerca, deseo contarte la historia de mujeres afganas.

Tal vez donde estás, no se conozca el horror que viven  a diario por razones ajenas a ellas.

Han coartado sus derechos.

A diario para salir a la calle deben cubrir su cuerpo con una ropa que solo deja libre la mirada..

Solo se permite se vea la tristeza de sus ojos.

Carecen de todos los derechos ostentados por los hombres.

Sometidas a los peores castigos en  nombre de un grupo terrorista quienes por asalto han tomado el poder.

Regresaron después  de veinte años.

Las conductas agresivas los llevan,  a cometer  crímenes horrendos donde ellos se inmolan para matar a otros.

Las mujeres son perseguidas.

Tratadas peor que los esclavos.

Si piensan esmaltarse las uñas, un acto habitual en nosotras sus dedos son mutilados.

Si sospechan hubiera cometido adulterio son enterradas en un pozo, dejando libre sus cabezas para luego ser lapidadas, por esos entes que las juzgan m sub otorgarles el derecho a defenderse.

Sometidas tratan de pasar sus realidades a la sombra de un hombre.

Bárbaros que creen ser poderosos.

Profesan adoración por la muerte.

En este momento de la vida, la mayoría intenta escaparse a otros puntos del planeta donde puedan convivir con terrenales.

Pocos países  los aceptan en calidad de refugiados.

Tienen temores fundados  a que esa célula terrorista cometa ilícitos en sus tierras.

Cuando se ve la figura de un afgano todos huyen atemorizados.

Se desconocen sus intenciones, solo los hechos que cometen en su territorio.

No son todos.

Solo una gran mayoría, soy de las que piensan no debería haber ningún fanático sobre la tierra.

Hace pocos días un hombre tranquilo, entregó a su bebé enfermo a un soldado noruego para que lo cuidara.

El papá está ahora en un espacio secreto y su hijito recuperado.

No se aceptan las artes.

Un pintor del que se desconoce el nombre, retrató un gripo de mujeres de belleza indescriptible.

Todas carecen de boca, pese a ello intentan comunicarse en sus viviendas con objetos inanimados.

Utilizaré un nombre ficticio para denominarla a ella.

Sheila, hermosa mujer a quien le gusta el arte.

Cuando finaliza las tareas de la casa, sale a una ventana para cumplir un rito.

Dicen que para que las flores crezcan lozanas, hay que hablarles.

Privada de ese derecho, busca una especie de violín con la caja cuadrada denominado “Almiajara” con el propósito de ofrecer música a sus flores rojas como la sangre que se derrama sin razón.

De esa caja con cuerdas saca los más bellos sonidos para agasajar a sus flores.

Para  no ser castigada. Antes del arribo de su esposo, esconde el instrumento, en un cuarto en desuso.

El terror se adueña de ella cuando su esposo está en la casa.

Las burlas son tan constantes como los castigos.

Pese a ello Sheila disfruta de la música.

¿Cómo se permiten semejantes salvajadas?

No alcanzan los comunicados de organismos internacionales, condenando los hechos.

Desde mi óptica el accionar debería ser otro.

Salvar a las mujeres sometidas u a los niños.

Enseñar a hombres, la violencia no es el camino  para hallar una forma de vida sana.

Parece que allí no todos son iguales.

Nunca entenderé el castigo y la violencia en contra de las mujeres.

No son objetos a cosificar.

Tienen sentimientos.

No constituye delito alguno, querer expresarlos.

Son rehenes involuntarios de quienes se creen dioses con los pies enterrados en el lodo.

Tesoro hubiera querido el contenido de este enlace no fuera tan duro.

No hay que mirar para otro lado cuando ocurren estos episodios.

Hoy no puedo invitarte a leer un poema, no hay poetas entre los talibanes o si los hay huyen a buscar refugio a cualquier parte para no morir en el intento.

Te amo tesoro, deseo aparezcas en mis sueños para darte un beso.

Son muchos los guardados, muchos los que han muerto en mis labios.

Hijo de mis entrañas, no puedo evitar las lágrimas, cuando apenas faltan horas para conmemorar seis años de ausencia.

Las hilachas de mi alma precisan envolver tu cuerpo en un abrazo.

Hijo mío, como siempre te pido intentes recordarme.

Será más fácil el reencuentro.

Por favor no olvides cuanto te quiere mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=G5gVSmGMoWc