Buenos días mi cielo.
Te pido perdón por la falta de conexión de ayer.
La especialista llegó más tarde de lo previsto.
¿Cuándo aprenderán a respetar los turnos en este país que parece no fuera más bendito.
El desorden es incomprensible.
Aquí sobra.
En mis caminaras diarias cambié el rumbo.
Avancé por el lado contrario al que voy casi siempre.
La sorpresa fue enorme encontré a pocas cuadras de mi refugio un pasaje de trescientos metros.
Casas bajas, donde sus habitantes estaban entregados al descanso.
Me gusta salir temprano, pocos minutos después del amanecer para caminar en soledad.
No soy huraña.
He aprendido a convivir con la soledad.
Es el destino que el azar me regaló.
Algo que no se puede rechazar ya que por anticipado nadie te adelanta nada del mismo.
La fragancia intensa de las flores me sedujo.
No pod{oa creer aquello que había descubierto.
En ambas veredas del pasaje erguidos los árboles, mostraban sus vestidos de flores.
Una belleza por mi desconocida.
Tres cuadras donde el aroma de esas especies embriaga.
La mayoría tenia sus copas con atuendos rojos.
No había a quien preguntar qué especie era la que adornaba la corta callecita.
Flores rojas como la sangre que corre por las venas de los seres vivos.
Rojas como la pasión que ponías en cada proyecto que emprendías y la muerte no dudó en transformarlos en un castillo si base que termina derrumbándose.
Pudo concretarse tan solo para unos pocos.
Duele tanto como la partida de un joven que tenía una vida por delante.
¿Por qué quedó trunca?
¿Para quiénes está reservado el triunfo?
Si respondiera dirían que soy rencorosa.
No así los que compartimos esta tierra que alguna fue denominada granero del mundo.
Una tierra que hicieron crecer los inmigrantes.
¿Qué dirían si la vieran ahora?
Ellos trabajaron de sol a sol.
No exagero si expreso quedaron despojos de antaño.
Una gran mayoría quiere llegar pisoteando los derechos inalienables del otro.
En ello pienso cuando camino por esta callecita perfumada.
Aroma que acompaña los pensamientos constantes que te tienen como protagonista.
¡Cómo te extraño hijito!
No solo se trata de la ansiedad de darte un beso que es mi mayor anhelo, sé que si estuvieras aquí muchas cosas no ocurrirían.
No estarás nunca más en la tierra.
Nunca lo asumiré.
Sería bajar los brazos.
Jamás lo haré.
La lucha continua hasta que llegue el fin.
No claudicar es la consigna pese a los seres que agreden por impotencia.
Nada les deseo.
Los mudaré al terreno de la no existencia.
Voy a pasar más seguido por la calles de los árboles repletos de flores.
Necesito los veas.
Son hermosos, se te gustarán tanto como a mí.
¿Hijo adorado falta mucho para mi viaje?
¿No podrías pedirles a quienes te antecedieron y precedió en el camino, me ayuden?
Uniendo energías es posible cumplir utopías.
¿Lo harías por mí?
Te amo hasta el infinito por ello siempre te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=-Z7osJ6rg3s
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