Buenos días hijito lindo.
Es fascinante la cultura oriental.
No soy de ver películas pies no me gusta estar quieta.
Prefiero los documentales.
Una plataforma donde se puede hacer pausas si por ejemplo llamara el teléfono.
Se requiriera mi presencia en alguna parte, puedo retomar aquello que miraba sin perder el argumento.
¿Desde dónde estar pudiste ver mi elección?
El living tenía el aroma de tu perfume.
Guardo el frasco en su caja.
El contenido está idéntico al día que lo usaste por última vez, cuando nos fuimos a internar.
Las imágenes eran de Japón.
Por la vestimenta de los artistas había sido filmada a fines de primavera.
Generosos los cerezos mostraban sus flores, una de mis preferidas.
Posteriormente mostraban vistas de un lago cercano a un volcán.
No se trataba de un espejo de agua cualquiera, en las orillas de este, flotaban flores sobre aquella, las mismas que usaba la protagonista a bordo de su kayac, para sujetar el cabello.
Visión espectacular.
Las aguas del lago apenas se movían por efecto de los remos, ello hacia danzarlas flores apoyadas en el líquido elemento.
Detrás, erguido, uno de los volcanes que más veces en el año despierta.
Inevitablemente conecté el paisaje con vos.
Ese lago como tanto otros que surcan la Isla de Japón desemboca en el mar.
Tu otro espacio predilecto cuando estabas aquí.
Se mostraban diferentes panorámicas del lugar.
¿Cuál elegir?
Sin dudas para no separarnos el océanos donde podías nadar como los delfines.
El atardecer nos encontraría caminado por la Avenida de los Cerezos.
Flores delicadas y bonitas.
Las pagodas comenzarían a iluminar sus pisos.
Antes eran de una sola planta,
Ahora el poder económico de sus moradores le fue agregando pisos.
Muchas están construidas a orillas del lago.
Las flores una distinción.
¿Te gustaría pautar un encuentro allí?
¿Cuál sería nuestra reacción?
Besos y abrazos para mitigar el dolor de la distancia.
Sonrisas y lágrimas de emoción.
¿Ocurrirá ese milagro alguna vez?
Quienes me conocen saben de mi incredulidad, profundizada desde tu paralizante final.
Demasiado joven para partir.
¿En qué lugar de la inmensidad del universo podría hallarte?
Tenemos que empezar nuevamente, como los habitantes de Japón lo hicieron tras el desastre de la central nuclear.
Aprender como ellos después de la tragedia.
Renacer para hacer crecer el amor más puro, el de un hijo y su mamá.
Nunca olvidar los momentos se padecimiento, tan cercanos al horror.
Recomenzar con experiencias positivas.
Descartar las tóxicas
Cultivar el espíritu como si fuera una flor, nutrirlo siempre para acumular conocimiento.
¿Dónde estás?
¿Por qué no puedo verte?
¿Será posible ahuyentar, las palabras nunca y jamás?
¿Podríamos establecer nuestro propio vocabulario?
¿Por qué?
Nos diferencia de los demás humanos y terrenales ser siameses de pensamiento.
¿Has encontrado a los jóvenes que tuvieron el accidente en la moto?
¿Pudieron reconocerse?
¿Todas las personas que han muerto, reciben igual tratamiento?
¿Pesa tu soledad?
¿Por qué no consideran la intención de acompañarte por toda la eternidad?
¿Aún no tomaron nota que no deseo permanecer en suelo terreno?
¿Por qué tu muerte se resolvió en quince días y la mía no quiere llegar?
Ello significa que no todos somos iguales.
Para llevarte de mi lado había premura.
¿Cuándo vendrán por mí?
¿No tienen nada para decir?
No te comenté que pienso demasiado en las personas que ya no están en la tierra, sufro con los recuerdos.
Con todos pasé momentos inolvidables.
La etapa de la adolescencia fue la mejor.
por aquel entonces, las ilusiones se multiplicaban.
Sentíamos deseos de vivir.
Algún día convertirnos en madres.
Tener muchos proyectos.
No importaba el tiempo que demandara su concreción.
Eso quedó en el arcón de los recuerdos.
Algunas fueron tomadas como presa por la muerte
¿Por qué me dejaron sola?
No quiero estar acá.
Tesoro en algún instante recrearemos el documental de ayer.
Nadie osará separarnos.
No puedo más mi tesoro.
Te amo inmensamente.
No olvides canto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=69fPWLGz-kE
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