CAUTIVANDO ALMAS

Buenos días tesoro de mi alma. Mañana desapacible, el sol quedó dormido. Tal vez más tarde, algún destello de oro iluminará el día. Ayer comencé a leer al atardecer. Saturan los noticiosos con sus noticias repetidas. En la radio que escucho solo hay fútbol, en otras emisoras tiene notoria bajada política evidente. No necesito me ayuden a pensar. Por ahora puedo hacerlo solita sin necesidad de consejos lava cerebros. Mil veces prefiero estar en el sitio cautivador de almas, Continúo leyendo un solo ejemplar por vez. Esto no es una crítica hacia quienes leen más de un libro por vez, de géneros y épocas distintas. Desde mi óptica no se lee ninguno. Comencé a releer “Cuerpos y almas”. Creo que es la tercera vez que estoy sumergida en esa historia atrapante. Seguramente es por la trama y el lugar donde se desarrolla la misma. Supo ser el libro de cabera de la abuela materna. La primera vez accedí a sus letras cuando tenía trece años. Me pareció espantoso. Tu abuela había dicho, no lo entendería. Como era bastante tozuda igual procedí a su lectura llegando a esa conclusión euivocada. Pasados los veinte años, compré mi propio libro. Lo recomendé a mis amigas para cautivar sus almas. Ahora es estremecedor, solo expresaré, la historia se desarrolla en un hospital. Puedo recomendarlo. La lectura entretiene y enseña. No llegaste a leerlo. Será uno de los objetos que me acompañe en el viaje final ara estar a tu lado. ¿Ocurrirá el encentro? ¿Son solos buenos deseos que nos inculcan cuando somos chicos y descartemos el miedo a la muerte? ¿Qué se siente al perder los signos vitales? ¿Quiénes tienen la respuesta no saben, es innecesario mencionar tratados teológicos o cualquiera que corresponda a las, neuro ciencias? Una simple respuesta calmaría mi sed de saber cómo está el ser más maravilloso que traje a la Vida. ¿Cómo darse cuenta si nos mienten aquellos que hablan de otros planos o dimensiones? ¿Viajaron y regresaron? ¿Por qué tanto ocultismo cuando se aborda el tema? Algunos pseudo eruditos en teología, poseen una imaginación frondosa. Resultan poco creíbles. Los neurocientíficos, tampoco hacen grandes aportes. Miro los ejemplares ordenados, descansando en la biblioteca. Me gustaría escribir un libro contando la corta historia que vivimos. Relatar los viajes. ¿Has olvidado alguno? Contar los diferentes detalles y sucesos de cada viaje compartido. Contar la historia de la relación de un hijo y su mamá, también loa mejores amigos. Era un proyecto que teníamos. ¿Podría hacerlo sola? Definitivamente no. Le estaría fallando a mi mejor amigo. Por ahora no quiero compartir el dolor con nadie. Es tan mío como vos. Habíamos pensado escribieras el prólogo. No dudo que hay muy buenos que sin ser escritores podrían hacerlo. No. Tu ausencia duele demasiado. Si estuvieras aquí, controlarías las ediciones. Las ventas en las librerías. Toda la estrategia necesaria para dar vida a los que cautivan almas. Carece de sentido desde tu partida. Cuando no esté y espero no se siga dilatando el tema, mis letras quedarán perdidas en el espacio cibernético. ¿Dónde estás? ¿Cuál es el espacio adecuado para que pueda concretar la ilusión de darte un beso? ¿Cómo explicar cuanto te extraño sin usar palabras comunes? ¿En que sitio encontrar atisbos de felicidad que podamos compartir? Es mentira que la soledad endurece el alma. No la que se ha convertido en hilachas por la falta del hijo amado. ¿Por qué no se puede revertir la muerte? Ni siquiera pudieron responder esa preguntas los sabios pensadores griegos? ¿Cómo es su rostro? ¿Podrías calcular su edad? ¿Serán sus padres el tiempo u la soledad? ¿Habrá tenido hijos? ¿De ser así, conocerán la historia macabra de quien les dio vida? ¿Morirán como los terrenales y humanos? ¿Por qué tengo tantos dilemas sin resolver? Estoy dispuesta a leer todo aquello que deseen acercarme y devele tantos misterios. Esos libros nunca existirán. ¿Por qué nunca charlamos del tema cielo? No creo haberte dicho nunca que los seres sin vida tenían ese destino. Tengo excelente memoria. Solo hablamos de aquello que querías para cuando no estuvieras. Nunca olvidaré aquella tarde de un helado mes de junio donde sin anestesia formulaste la más terrible de tus preguntas “¿Ma, que harías si te faltara?” Moriría detrás de ti, esa fue la respuesta. Mis deseos no se hicieron realidad. Te fuiste solo. Quería partiéramos juntos. ¿Dónde estaba el dios misericordioso que no escuchó el pedido de una madre desesperada sabiendo la inminencia de su hijo muerto? ¿Pueden comprender por qué he dejado de creer en ciertas cosas? Ante la partida de algún ser querido no sentí la misma conmoción que ante tu muerte injusta. Los extraño. Soy humana. Traté de confortar a quienes quedaban en la tierra. Ignoro si lo logré. Ante tu falta no tengo capacidad de reacción. Ayer le comentaba a tu prima que no voy a cerrar tus correos. No quiero darte el adjetivo de fallecido. ¿A quién le importa seas mi hijo? A esta madre que ayer cerré las tapas del libro para reflexionar sobre tu muerte. Nada me consuela tesoro de mi vida. Te amo. Por favor no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=sUAaOqWZ_dg