UTOPÍAS EN EL BOSQUE

Buenos días mi tesoro, mañana soleada para recrear un paseo ocurrido hace varios años donde la felicidad era una constante en nuestras vidas. Todo transformó el destino. Donde brillaba luz hoy es protagonista la oscuridad más tenebrosa. En lugar de sonidos musicales se pueden oír los alaridos acongojados del silencio. Las aguas horadando las piedras han desaparecido. El bosque de pinos es un páramo. Hasta las montañas han perdido las flores silvestres que insinuaban el comienzo de un camino maravilloso. La casa alpina era espaciosa, confortable. Sus techos de tejuelas negras parecían el inicio de la noche Ladrillos a la vista conformaban sus paredes. En el comedor las leñas crepitaban en el hogar. Sobre la mesa por las noches desplegábamos juegos. Descubrí que siempre me ganabas pues en los que contenían preguntas y respuestas, las estudiabas previamente para reír por el premio, casi siempre era una tableta de chocolate sureño. Al costado de la vivienda los cerros atemperaban la fría de Eolo, siempre soplando con fuerza. En el interior podía palparse el amor más puro, el de un hijo hacia su madre y viceversa. Las utopías en el bosque se diluyeron en los recovecos de la mente que conectan con el alma. ¿Qué fue la dicha compartida? Fantasmas desorientados que vagan sin rumbo. ¿Dónde quedaron nuestros juegos de mesa? Todos en un rincón del corazón, físicamente en el arcón de los recuerdos dolorosos. ¿Qué hice mal para merecer este martirio tortuoso? ¿Por qué se ha vedado la probabilidad de darte un beso? ¿Quién responderá por las laceraciones recibidas, si no llegara a encontrarte? ¿Por qué si dios está en todas partes no es visible a la vista del ojo humano? ¿Quién ordena elegir determinadas víctimas? ¿De quién recibe ordenes la muerte? Mis dilemas invalidan el pensamiento. Nunca los sentimientos prendidos a las hilachas de mi alma? ¿Volveremos a vernos? ¿Es solo un sedante para los tontos el reencuentro? Hijito no quiero más esta vida terrena. Conocés cuales, son los temas que más socavan mi ser. No creo necesario nombrarlos. Ambos detestamos la mentira e indiferencia. Por suerte mi memoria es prodigiosa. Nada escapa a mi entendimiento. Estoy esperando un envío. Tuve la triste ocurrencia de comprar algo on line. Nunca más. No es de mi agrado esperar como si estuviera secuestrada. Debut y despedida. ¿Recordás como reías con mis dichos o refranes? Los aprendí de la abuela materna. ¿Podrías ayudarme en la partida? Necesito sea pronto. No quiero estar más aquí. Te amo. No olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=9EHAo6rEuas