TUYOS O MIOS, IDÉNTICOS

Buenos días mi tesoro. Te saludo con el amor más inmenso, renovado en cada jornada. Te extraño más que nunca y será así hasta que el destino anuncie ha llegado la hora de partir a tu lado. La espera es densa, fastidia al más calmo. De allí surge la desesperación para darte un beso. No es exagerado mi pedido, las mamás, a diario besan a sus hijos. Los acarician, festejan los avances. Los proyectos que se cumplen. Nada de ello tengo. Querer y no poder mirar a los ojos al hijo que se ama logra continuar deshilachando el alma. Elegí pensamientos. Como imagen previa a mis letras. Siempre recuerdo que tuyos y míos eran idénticos como hermanos gemelos. Ello nos permitía hablar sin utilizar el don de la palabra. He perdido lo más importante de mi vida. ¿Entonces para qué sigo en suelo terreno? No es necesaria mi presencia y no se trata de un pensar egoísta o merecedor de cualquier otro calificativos. ¿Alguna vez sintieron dolor en el alma? Es una de las peores sensaciones, deja son aire a quien esas instancias pasa. No alcanza con quererte, preciso expresarlo. No encuentro otra manera de pedir puedas corporizarte unos minutos para demostrarte el caudal de cariño que te has ganado por ser el mejor hijo. Simbiosis, empatía no son sinónimos de fanatismo. Es amor difícil de cuantificar. Dicen que los sentimientos no tienen medida. No estoy de acuerdo con esa definición. Se puede estimar a alguien que no es lo mismo que amarla de la forma que se quiere a un hijo. El pensamiento discordante no es mi estilo, poseo tiempo para pensar, suelo reflexionar mucho, antes de llegar a una conclusión precisa. ¿ En qué invierten el tiempo libre los seres que han perdido la vida? ¿Tienen acceso a la lectura? Días pasados me pidieron prestado tu libro de cabecera “El principito”, dije no antes que terminaran de pronunciar el título. Ese libro estuvo en tus manos como tantos otros. Si llegara a repetirse la acción respondería de idéntica manera. Nada que tenga tu perfume, huellas digitales puede ser prestado o tomado por ninguna persona, mientras me que un halito de vida pese a que desprecio morar en suelo terreno. Quiero obtener la libertad que permitirá llegue a vos sin cuestionamientos. ¿No es suficiente tiempo el peor de los castigos? Dejen de ser temerarios y muestren conocer la nobleza. ¿Cuánto tiempo más estaré cautiva? Privarme de mi libertad para ir al sitio donde está mi hijo es un delito. Los condenados deberían ser ustedes. Hijito lindo, me encantaría tener con vos pensamientos sobre un futuro juntos. El lugar es lo menos importante. Si es en el universo podemos pasear por ahí pensando estamos en un bosque fueguino, aún cuando imagino que pasear entre estrellas y constelaciones debe ser atrapante. Si se tratara de un lugar oscuro, no temería, enseguida estaría iluminado con tu propia luz. Si no encontramos arroyos serranos podemos creer que las lágrimas derramadas por la diosa Eos, por su hijo asesinado son un lago con cisnes. Imperiosamente debemos estar unidos para que estas utopías se conviertan en realidad tangible. Le temo al paso del tiempo, no por desear juventud eterna, todo lo contrario. Mi preocupación es que al llegar te preguntes quien soy al no reconocerme. Hoy un científico explicaba como se miden los años luz, que son los que se necesitan para llegar allí, tuve miedo que el tiempo no transcurra como aquí. Algo que te impediría recordarme. Tengo la certeza que al tener idénticos pensamientos, eso no sucederá. Nuestros recuerdos serán permanentes como la eternidad. Te amo tesoro, eso es motivo suficiente para pedirte nunca olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=2QHpUkphuSs