Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana fría, el invierno regresó a ocupar
su lugar.
Pese a las bajas temperaturas un grupo de amigos decidió
acampar en un bosque de la zona lacustre del sur de nuestro país.
Abordaron el avión que los llevaría a San Carlos de Bariloche, demorados por la
intensa neblina que no permitía el despegue ni aterrizaje de los aviones.
Pese a esa dificultad estaban contentos por la aventura que
vivirían, en el sitio,
elegido.
En todo el país se registran temperaturas bajas, sobre todo
en el sur.
Detalle que a los muchachos no les importaba pues iban
munidos de todo lo necesario para soportar las bajas temperaturas.
Para todos era la primera vez que salían de campamento.
Optaron por acampar en un lugar que contara con todas las
comodidades.
A continuación de la estructura del camping comenzaba un
bosque de grandes dimensiones.
Ello permitía que los predios para acampar fueran amplios
para que las carpas contaran con suficiente espacio.
Muy cerca de añosos árboles, el administrador del espacio
les asignó donde pasarían tan solo cuatro días y tres noches.
Una nueva experiencia nueva que marcaría sus vidas.
Aventura de pernoctar a la intemperie.
Asignados los espacios y luego de armar cada carpa,
semejante a un iglú, preguntaron a quien los guiaba la utilidad de un espacio de ladrillos
refractarios con un espacio con una
profundidad, de quince centímetros.
El administrador se dio cuenta que esos jóvenes jamás habían
acampado en sus vidas.
Acostumbrado a tratar con estudiantes, les indicó que allí
podían armar una fogata, dado que las noches eran muy frías o calentar agua
para tomar cualquier infusión, recomendándoles que para cocinar, utilizaran la
parrilla, que se halaba en cada predio y era más espaciosa.
No tardaron demasiado en armar el mini campamento,
Colocaron en el interior las bolsas de dormir térmicas.
Cuando vio el equipaje el dueño del lugar les informó que en
caso de tener frío podían alquilar frazadas en un lugar determinado por el
tiempo que necesitaran, en un espacio cerca del restó.
Encender la fogata que duraría toda la noche en el momento
de ingresar de alguna salida.
Personal de seguridad recorría el camping, evitando cualquier siniestro que pudiera
acontecer.
Los chicos estaban entusiasmados.
Luego de armar cada una de las coloridas carpas y ordenar su
interior, salieron a realizar las compras para alimentarse si no deseaban
utilizar los servicios del restó donde también se vendían alimentos preparados
para quienes deseaban solo descansar.
No tardaron en dejar todo ordenado y dispusieron salir a
caminar.
la foto que ves antes
de esta conexión la sacó el hijo de una amiga y ella la compartió para que la
utilizara, como imagen que antecede a las letras que intercambiamos, a diario.
Juntas sonreímos, dado que su hijo no está acostumbrado a
prepararse una taza de té.
En contraposición a lo expresado por su madre, su hijo fue
el encargado de preparar un asado en la parrilla del predio.
Tomó fotos del mismo y se veía muy bien.
Mientras cenaban en mesas de piedra con bancos de igual
material notaron el descenso de la temperatura.
juntaron leñas, y ramas secas para armar la fogata que a la
vez daría calor a las carpas.
Esa noche decidieron no salir del campamento.
Excitados por la experiencia, optaron por descansar.
Casi a medianoche fueron a alquilar frazadas, las fundas de
dormir térmicas no alcanzaban para morigerar la baja temperatura.
Se entregaron al descanso y la fogata quedó encendida.
Tenían confianza en el recorrido, que efectuaba el cuidador
en su ronda nocturna.
Descansaron hasta media mañana, luego de ducharse en un
lugar calefaccionada, no querían salir de allí, hasta que decidieron comprar
facturas para la mateada matutina.
Terminada la misma apagaron la fogata y salieron a caminar.
Previamente, habían llevado la ropa al servicio de
lavandería, para estar impecables.
En el almuerzo comentaron la primera noche pasada en carpa.
Hablaron con su familia y uno de ellos le comentó a su mamá
extrañaba las tostadas que le preparaba cada mañana.
Estas experiencias sirven para crecer.
Los días pasaron volando, contentos prepararon el equipaje
para el regreso.
Tesoro la vida no te dio tiempo para que pasaras por esas
experiencias fantásticas, por ello decidí contarte la aventura de estos cuatro
amigos, que durará en su conciencia mientras vivan en suelo terrenal.
Te amo tanto como te extraño.
No he olvidado preguntarte:
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Necesito darte un beso.
Estrecharte en la calidez de un abrazo,
Estar a tu lado para entregarte el cumulo de caricias que
tengo guardadas para vos.
Sumergirme en la profundidad de tu bella mirada.
Estar con vos es mi sueño a cumplir.
Quiero abandonar el mundo de las entelequias para
convertirlas en realidad tangible.
Hijo de mi existencia, jamás dejaré de pedirte, por favor
nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=hhhPgy3yt1w
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