Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana fría y nublada, densos celajes
cubren el cielo
Quiero contarte, estoy dedicada a releer textos que está en
el mejor lugar, mi biblioteca.
Estructura que en sus estantes guarda cientos de libros que
después de un tiempo se asimilan de otra manera
Ayer comencé a repasar un texto de neurociencias.
El último que recibí
de tus manos en un momento especial.
Fue poco tiempo antes
de tu partida,
Trata sobre los diferentes duelos por los que atraviesa un
ser humano, a lo largo de su existir.
Al principio explica que todos los enigmas de la vida
tendrán resolución, exceptuando el final
de todos los humanos.
Lectura constructiva que enseña como enfrentar los momentos no deseados por los
que todos hemos de pasar.
Las autoras se expresan en un lenguaje coloquial, con el
propósito de llegar a todos los lectores.
Dos meses antes de tu ausencia lo buscabas en los estantes
ese libro.
Sentada en uno de los sillones, simulaba leer, mientras
observaba cada uno de tus movimientos.
En un instante dirigiéndote a mí, preguntaste ¿Qué harías si
te faltara?
Mi respuesta lacónica fue “Iría al mismo sitio que vos”
No sé en qué momento te llevaste el ejemplar, para leerlo en
soledad.
Finalizada la lectura lo colocaste en su lugar.
Dos años después, un conocido tuyo, quería saber por qué
había fragmentos marcados con trazos de birome azul.
Contesté que no había
sido yo, dado que los libros no los señalo ni le hago ningún tipo de
observación.
Pedí me leyera los
trazos de las frases que estaban macadas con un bolígrafo azul.
Sorprendida escuché eran mensajes póstumos, que sabías en algún momento los encontraría.
El impacto emocional fue indescriptible.
Dos meses antes presentías tu final.
Las señales estaban dedicadas a mí.
Consejos para superar la partida, algo imposible de lograr.
Una prueba de tus aptitudes que en ese instante dejaste para
que en algún momento, los encontrara.
¿Cómo hiciste para callar durante dos meses, conocías el
triste final?
Han pasado casi siete años y no logro comprender tu silencio
para no dañarme’
¿Cómo hiciste para soportar en cualquier momento dejarías la
vida terrena?
Presumo que tu luminosidad innata, te sostuvo de pie.
¿Cómo no admirar tu resistencia cuando te estabas yendo?
Ese acto agranda tu figura?
Seguiste tu vida normal cargando solo con ese peso
insoportable?
Solo un elegido puede reaccionar de esa forma.
Conozco de memoria cada pasaje marcado.
Ello profundiza el dolor.
Con silente hidalguía, continuaste con tu vida de forma
natural.
Ese texto nunca lo presté por ser el último tesoro que
dejaste en mi corazón, y porque no soy amiga de prestar libros que nunca
regresarán.
Recordar conmueve las fibras de todo mi ser.
Guardo en mi memoria cada consejo, sugerencias para seguir
donde no deseo estar.
Para hoy seleccioné citas de autores reconocidos referentes
a las bibliotecas, las dejo aquí para compartir.
“En Egipto, a las bibliotecas se las llamaba el tesoro de
los remedios del alma.
En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más
peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás”.
Jacques Benigne Bossuet
“Saqueo las bibliotecas públicas y las encuentro llenas de
tesoros hundidos” Virginia Woolf.
“Siempre imaginé que
el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.
Jorge Luis Borges
Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará
de nada.
Cicerón
“Una biblioteca, no es un conjunto de libros leídos, sino
una compañía, un refugio y un proyecto de vida.”
Arturo Pérez-Reverte
“La biblioteca
destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos.”
José de San Martín
“El destino de muchos hombres dependió de tener o no una
biblioteca en su hogar paterno”
Edmundo de Amicis
“En caso de duda, ve
a la biblioteca.
K. Rowling
“¿Qué tenemos sin bibliotecas? No tenemos pasado y no
tenemos futuro”
Ray Bradbury
«Una biblioteca no es un lujo, sino una de las necesidades
de la vida» Henry Ward Beecher
“No es solo una biblioteca.
Es una nave espacial que te llevará a los puntos más lejanos
del universo, una máquina del tiempo que te llevará al pasado lejano y al
lejano futuro, un maestro que sabe más que ningún ser humano, un amigo que te
divertirá y te consolará y sobre todo una salida a una vida mejor, más feliz y
más útil”
Isaac Asimov.
Hijo de mi alma, sabemos que el mejor sitio es una
biblioteca.
Fuente de sabiduría
que nos torna más humanos si aprendemos a valorar, cada palabra de un
texto que nos enseña a mirar la realidad desde otro espacio.
Jamás dejaré de reconocer tu fortaleza en momentos
cruciales.
Te estabas despidiendo de la vida y me tuviste presente
hasta el fin.
¿Cómo detener las lágrimas que renueva la ausencia?
¿Cuándo vendrás a visitarme en sueños?
Necesito darte un beso, cada mañana al despertar.
Demostrarte mi amor incondicional.
Estrecharte en un abrazo interminable.
Acariciarte como antes.
Es inútil pensar seguir viviendo sin tu presencia.
Te amo querido hijo.
Te extraño mucho.
Hoy más que nunca preciso reiterar mi pedido usual en estos
contactos.
Por favor tesoro con todo el amor maternal, te pido una vez
más, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=h8Z8KDoBsD4
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