Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana diáfana y fría.
El invierno decidió regresar con fuerza.
Intuyo vino a quedarse.
Puedo equivocarme, la de hoy se parece demasiado a la que
pasamos el día de tu partida hace casi siete años.
Evoco con tristeza profunda cada día de tu internación, donde sufriste todo
tipo de padecimientos.
Hoy quiero compartirte una historia, de un ser que vive muy
cerca de mi refugio, sobre la vereda
opuesta a la mía.
Un hombre que sale muy temprano de su propiedad para
dirigirse, suponemos a su trabajo.
El regreso se produce al anochecer, siempre a la misma hora.
Después de accionar el portón, accionado desde el interior
de su vehículo, la propiedad permanece en penumbras.
En una de esas entradas enigmáticas, tomé una foto del auto
instintivamente.
Los vecinos conocemos que cuenta con personal de servicio y
seguridad, al tener los vidrios polarizados del automotor, resulta difícil
conocerlo.
Aparentemente no posee amistades que visiten su fortaleza.
El regreso nadie sabe de donde proviene.
Los efectivos de seguridad quedan apostados en la puerta de
la mansión.
El personal de servicio no sale a realizar ninguna compra.
Día por medio, una camioneta sin identificación, trae las
bolsas de los consumos de una casa normal.
No ingresan a la vivienda.
Todo se recibe en la puerta
y son los hombres que lo custodian, quienes los bajan de la camioneta
que parte raudamente.
Después de varios días, decidí tomar una foto con el celular
y guardarla en un archivo, por ser tan extraña la situación.
Luego de varios días colocaron un cartel anunciando la venta
de la propiedad.
Situación demasiado extraña, dado el breve tiempo
transcurrido en el espacio.
Mirando los diarios
digitales, apareció el frente de la
casa.
Se pedía colaboración a la comunidad, para encontrar al
dueño de la propiedad o alguien que pudiera brindar un indicio sobre el ex
morador.
Celular en mano me dirigí a la fiscalía del distrito
acompañada de mi abogado.
El fiscal de la causa, agradeció la copia de la foto del
auto donde claramente puede verse la patente del auto.
Pregunté a quién estaban buscando, brevemente el titular de
la fiscalía comentó hacía varias semanas, los estaba tratando de encontrar a un
asesino serial quien seleccionaba como víctimas a niños de hasta seis años.
El profesional que me asiste es tu hermano de la vida y
amigo más fiel.
Solicité no ser citada nuevamente, dado que no soy asidua
visitante de tribunales.
Considerando de mi parte, había aportado los elementos que
obraban en mi poder, no teniendo nada más que aportar.
Gracias a la foto de la patente del auto, semanas después lo
encontraron en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, desde donde pensaba
fugarse en compañía de un niño de corta edad.
Por estrictas razones de seguridad no trascendieron los
datos de la pequeña, quien fue devuelta a sus padres, y el hombre será sometido
a juicio.
Por una vez confío la justicia obre con profesionalismo y la
pena sea la mayor para estos hechos detestables.
Del aeropuerto fue trasladado a un penal de máxima
seguridad.
Es mi deseo de ciudadana nunca más salga de prisión.
Es posible regresar de un viaje, paseos, juegos, caminatas
pero nunca de sentimientos patológicos que llevan a un terrenal a matar a niños
inocentes.
Quería supieras de este
echo incalificable, que ha conmovido a la comunidad.
Ahora esperamos la justicia imparcial lea el veredicto final
Jamás comprenderé
semejante perversidad. Por suerte en nuestro país no existe, la pena de muerte.
Desde mi óptica es hacerles un favor a quienes delinquen,
Prefiero las penas de cumplimiento efectivo.
Nunca más podrán caminar bajo el sol.
Mi querido quería contarte, este episodio aberrante.
Te amo y te extraño con idéntica intensidad.
¿Hijo amado cuándo aparecerás en mis sueños?
Necesito darte un beso para encontrar pinceladas de paz.
¡No permitas marchiten!
Mi utopía, aun son cristalizar es estrecharte en un abrazo
interminable.
Acariciarte como
antes.
Poder reencontrarte en la estrella, que se halla tu hábitat, para no regresar
nunca más a suelo terrenal.
Cronos no puede mantener mi cautiverio eternamente.
ha vulnerado, con sus cómplices, mis derechos de madre.
Ignoro cuál es la acusación que pesa sobre mí.
¿Qué me faltó hacer para impedir, te arrancaran de mi lado
de manera abrupta?
¿Cuál fue mi error?
¿Quererte es un delito?
No es posible ser tan cruel.
Imposible resignarse a la pérdida de un hijo.
Comprendo a quienes aconsejan el recuerdo.
Jamás pasarás a esa categoría.
Imposible recuperarse, de semejante tragedia.
Sos la mitad de mi ser.
Tampoco bajaré los
brazos y te seguiré buscando hasta el final.
Espero podamos restablecer la comunicación mirándonos, a los
ojos como ayer.
Querido hijo, dueño de todo mi amor, siempre en estas
conexiones, reiteraré mi pedido, por favor nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=TJpz2aJIN3E
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