Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana cálida.
La temporada invernal regresará en un par de jornadas.
Amoche buscándote entre las estrellas brillantes, colgadas
del cielo, algunos celajes blancos intentaban, ocultar la aparición de la luna.
Al no lograr su objetivo, comenzaron a desvanecerse, dejando
el cielo límpido para que pudiera buscarte, en esos pequeños brillantes, para conocer el lugar exacto
donde se erige tu hábitat.
Aprovecho las noches luminosas para enviarte besos.
Poseo todos los que acumulé durante estos casi siete años.
Las nubes en tu cielo no eran densas, sino suaves como
pinceladas de tono blanco.
Son los instantes que mi corazón late con fuerza con la
intención de verte tan solo unos segundos.
Es mi deseo preguntarte si desde la estrella donde está tu
morada, has podido mirar las nubes de tu cielo.
¿Cómo son las horas en el Paraíso Celestial?
¿Existe el día o la noche?
¿Permanecés despierto en algún momento, o estás entregado al
sueño eterno?
¿Por qué no puedo estar allí?
¿Cuánto más deberé esperar para estar a tu lado?
Como siempre nadie responde a mis preguntas.
Situación que aumenta mis disquisiciones.
Solo necesito una señal, para saber si podés escuchar mis
ruegos, que se agigantan ante los desgarradores alaridos del silencio.
Solo estaré n paz cuando pueda reencontrarme con vos.
¿Existirá esa probabilidad?
¿Mito, realidad para los creyentes?
Por ahora estoy ubicada en la mitad del sendero.
Tu ausencia, produjo grandes cambios en mi manera de pensar
sobre temas que la humanidad no ha podido resolver.
¿Por qué?
Te comento que he pasado a ser una mamá digital.
Cuando ante mi vista, aparecen panoramas maravillosos, no
dudo en fotografiarlos para enviártelos a vos, el hijo querido y amigo más
fiel.
Para hoy seleccioné las letras de un gran autor argentino.
Postulado muchas veces por la calidad de su escritura para
recibir el Premio Nobel.
Por razones políticas nunca lo recibió.
Ello motivó se radicara en Ginebra donde sus restos
descansan, cuando deberían estar aquí.
Desde muy joven quedó ciego, ello no impidió continuara escribiendo, dictando sus cuentos
y poesías a su esposa.
Habilidad que permitió su obra siguiera más allá de la
adversidad.
Lo dejo aquí para compartir con vos y los lectores que a
diario siguen nuestros enlaces.
“NUBES
Autor: Jorge Luis Borges
No habrá una sola cosa que no sea
una nube.
Lo son las catedrales
de vasta piedra y bíblicos cristales
que el tiempo allanará.
Lo es la Odisea,
que cambia como el mar. Algo hay distinto
cada vez que la abrimos.
El reflejo
de tu cara ya es otro en el espejo
y el día es un dudoso laberinto.
Somos los que se van.
La numerosa
nube que se deshace en el poniente
es nuestra imagen. Incesantemente
la rosa se convierte en otra rosa.
Eres nube, eres mar, eres olvido.
Eres también aquello que has perdido.
Por el aire andan plácidas montañas
o cordilleras trágicas de sombra
que oscurecen el día.
Se las nombra
nubes.
Las formas suelen ser extrañas.
Shakespeare observó una. Parecía
un dragón. Esa nube de una tarde
en su palabra resplandece y arde
y la seguimos viendo todavía.
¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura
del azar? Quizá Dios las necesita
para la ejecución de Su infinita
obra y son hilos de la trama oscura.
Quizá la nube sea no menos vana
que el hombre que la mira en la mañana.”
Tesoro de mi existencia, te amo y extraño de manera difícil
de adjetivar.
No existen palabras capaces de expresar los sentimientos de
una mujer que ha perdido a su hijo.
No solo yo, sino todas aquellas que han pasado por idénticas
circunstancias.
El alma queda convertida en hilachas, solo hay espacio para
el ser que se fue de manera prematura e injusta.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
No tardes.
Deseo abrazarte y acariciarte como antes.
El destino es arbitrario.
Fija el comienzo y el final.
Poco le importa la destrucción de las familias.
Todo cambia cuando, el integrante de ellas se va, arrancado
por las manos ingratas de la muerte.
Tampoco es trascendente como quedan los que no han podido
acompañar hasta el final del camino, a un hijo hasta el final del trayecto
acompañándolo por toda la eternidad.
Mi ser de luz ,ahora ilumina cada estrella del universo.
Es dificultoso continuar en suelo terreno.
El hartazgo va dañando lentamente el corazón.
¿Para qué seguir contando ausencias?
Tarea dolorosa, hasta que llegue el momento del propio
ascenso.
¿Qué hacer si no te encuentro?
Nunca asumiré tu partida.
Todos los duelos, pueden superarse, el de un hijo jamás.
No es un concepto mío sino que está avalados por los neuro
científicos.
Hijo querido como es costumbre en cada conexión, establecida
cada mañana, he de reiterar mi solicitud cargada de amor.
Por favor tesoro nunca
olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=cR2yRlKgz6g
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