Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana desapacible.
Pese al mal tiempo continúo con mis caminatas.
En esta ocasión mis pasos se
dirigieron hasta un barrio de construcción reciente.
Hallé una propiedad, conocida como “El jardín de las estatuas”
El parque es enorme.
Entre el césped cuidado y las plantas de estación hay
colocadas varias estatuas antiguas.
Seleccioné de todas las fotografiadas, la que más me gustó,
decidiendo colocarla, como imagen de estas letras que nos unen un poco más.
Se trata de una estatua cincelada en mármol, representando
la figura de una mujer con los pies descalzos, rodeados de rosas multicolores,
las mismas que caen de su cabellera en forma de cascada.
El placer de los dueños debe ser inmenso al abrir los
ventanales, encontrándose con semejante belleza de piedra.
Las otras también son hermosas, más la elegida me lleva a
recordar la música de Vivaldi en su obra “Las cuatro estaciones”.
En este caso sería una representación de “La primavera”.
El trabajo del escultor habla de su creatividad al momento
de tomar el cincel, para regocijo de quienes pasamos por allí.
Admiro todas las expresiones de arte, desde las más pequeñas
a las de mayor envergadura.
En cualquiera de las expresiones, el artista muestra no solo su creatividad sino sus sentimientos.
El amor al trabajo
que desarrolla.
Imagino la felicidad cuando adquiere los materiales para
comenzar sus obras.
El corazón en las manos para dejar tanta belleza y esfuerzo
que perdurarán a través de los tiempos.
Obras para el presente y futuro de todos los que admiramos
piedras convertidas en estatuas perennes.
He de confesar, no poseo talento en las manos, por el
contrario podrían calificarme de torpe y no me da vergüenza asumirlo.
Jamás podría adoptar posturas impostadas.
Reitero, cuentan con mi admiración todos aquellos que pueden
expresarse con las manos e inspirados por lo más profundo de su ser.
Quizás en otra ocasión muestre las otras.
Son dignas de admirar.
Por ello mi adicción
a los dibujos, pinturas o en este caso esculturas, más allá de la técnica o
material que se utilice.
Para la fecha
encontré una poesía de autor relacionada con el tema de este, enlace.
Lo dejo aquí para compartir con vos.
“La estatua
Autor: Manuel Reina
En medio del jardín yérguese altiva,
en riquísimo mármol cincelada,
la figura de un Dios de ojos serenos,
cabeza varonil y formas clásicas.
En el invierno, la punzante nieve
y el viento azotan la soberbia estatua;
pero ésta, en su actitud noble y severa,
sigue en el pedestal, augusta, impávida.
En primavera, el áureo sol le ofrece
un manto de brocado; las arpadas
aves con sus endechas la saludan;
los árboles le tejen con sus ramas
verde dosel; el cristalino estanque
la refleja en sus ondas azuladas,
y los astros colocan en su frente
una diadema de bruñida plata.
Mas la estatua impasible está en su puesto
sin cambiar la actitud ni la mirada.
¡Así el genio inmortal, Dios de la tierra,
siempre blanco de envidias o alabanzas,
impávido, sereno y arrogante,
sobre las muchedumbres, se levanta!”
Querido hijo, necesito aparezcas en mis sueños, quiero darte
uno de los tantos besos aletargados que guardo para vos.
¿Cuándo vendrás?
Estoy cansada de vivir en el mundo de las entelequias donde
todo es posible, incluyendo abrazarte, acariciarte.
Sumergirme en la bella profundidad de tu mirada para
reiniciar las conversaciones, que han
quedado truncas por la tragedia de no tenerte.
Se equivocaron al elegirte.
Era yo quien debía partir.
He vivido, hoy no deseo estar más en suelo terrenal.
Casi siete años son demasiados, sin tener la posibilidad de
verte.
Saber cómo estás.
¿Cuál es tu estrella?
He tratado de reiniciar mi trato con Cronos para obtener una
respuesta a mis disquisiciones.
No lo he logrado.
Ignoro por qué evade dialogar.
¿Sabrá expresar verdades o solo vaguedades?
Necesito argumentos para avanzar, en la intención de aclarar
todos los enigmas que anidan en mi ser.
¿Existirá el reencuentro?
¿Mito o realidad?
¿De ser posible podrás reconocerme?
De todos los tratados de neurociencias y teología que he
leído a lo largo de este tiempo sin tenerte, nadie explica o demuestra que eso
está en el terreno de las posibilidades.
¿Por qué si ciencia y tecnología han avanzado tanto, la
muerte sigue siendo un misterio sin resolver?
Entre tantos dilemas no tiene sentido continuar.
La mochila de la ausencia, es la más pesada.
Ello me lleva a pedirte ayuda para irme de un espacio donde
no estoy cómoda.
Necesito con desesperación verte un segundo.
Quiero escuches mi voz expresando cuanto te quiero.
¿Por qué no puedo
hacerlo?
¿Qué hice mal?
¿Faltó algo por hacer?
Provoca desolación nadie tome unos minutos para contener la
ansiedad de saber.
No pido nada excepcional, solo ejercer mis derechos de mamá
que extraña a su hijo desmesuradamente.
Te amo, sería una utopía escucharas mis palabras.
Mi búsqueda no cesará.
Querido mío soy reiterativa, seguiré siéndolo hasta el último
día de mi existencia.
Hijito de mi alma, te pido por favor, con letras generadas en el corazón,
nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=kpzKa6K9cag
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