Buenos días hijo
querido.
Te saludo en una mañana desapacible.
Siempre recordándote con amor.
Espero conserves en tu alma, episodios del ayer.
Evoqué un fin de semana que pasamos en la quinta de tu
madrina, cuando eras un niño de corta edad.
La propiedad enorme podía albergar a todas las familias que
nos reunimos allí para pasar un fin de semana, tórrido.
La casa contaba con un enorme estanque podían utilizar los más chicos que temía la
profundidad de la piscina, donde el único que ingresó fuiste vos, para
demostrar tus dotes de nadador.
Pocas veces ingresaste al estanque donde los otros niños
disfrutaban del agua cristalina.
Cerca del estanque había un árbol encantador.
El follaje estaba compuesto por hojas de tono bordó.
La suave brisa balanceaba la copa del árbol, las que caían
en el espacio donde los más pequeños disfrutaban jugando con el agua comenzaron
a teñirse de aquel color.
Con ustedes estaba una profesora de natación para iniciarlos
en ese deporte acuático.
Sorprendidos por el matiz del agua, los más asustadizos
salieron del lugar, refugiándose al lado de sus progenitores.
Por fin llegó la tranquilidad.
Los dueños anteriores habían plantado esa especie, décadas
atrás.
Cada año en el estío, las hojas se depositaban en el estanque y con la fibra
de aquellas el agua adquiría ese color.
No resultaba tóxico, después de unas horas el agua volvía a
tener el matiz original.
Ocurrido ese evento todos los chicos volvieron a ingresar
para continuar con sus juegos.
Maravillas que regala
la naturaleza.
Conocimiento para los más grandes que buscamos en las redes
el motivo de ese fenómeno.
Información escasa para quienes deseaban saber más.
En el reino de la naturaleza todo no tiene una explicación
racional para conformar a todos.
Rescato de esa experiencia que nos tocó pasar la alegría de
los más chicos.
Incansables no dejaban de entregarse a distintos juegos.
Al atardecer estaban cansados de gastar tanta energía,
Eso hacía que cenaran más temprano, que nosotros e imploraran irse a dormir.
Quiera el destino en el lugar donde estás puedas recordar
esos tiempos, donde todo era felicidad.
Nadie pensaba en aquel entonces la tragedia pasaría por
nuestro lado, llevándote tan lejos que por las noches no te puedo encontrar
entre las estrellas.
Insistiré en la búsqueda hasta que pueda hallarte y así
concretar la utopía de darte un beso.
La búsqueda no cesará.
¿Cuándo aparecerás en
mis sueños?
Todas las madres tienen la posibilidad de abrazar y
acariciar a sus hijos.
¿Por qué estoy impedida de hacerlo?
¿Constituye un delito amarte tanto?
¿Es esa la causa por la que he sido condenada al ostracismo?
¿Podrás recordarme cuando llegue a tu lado?
¿Por qué todo se dilata en el tiempo?
Estoy agobiada por tanta espera carente de sentido.
No es demasiado pedir estar al lado de mi ser de luz.
¿Quiénes me retienen habrán conocido el amor de una madre?
¿A qué se debe tanta
crueldad?
Con tu partida injusta e imprevista, aprendí a ser paciente.
A ese ser superior en el que muchos creen, le pido
misericordia y se acuerde, no es este el lugar en el que deseo estar.
Desde tu ausencia estoy ocupando un enclave no elegido por
mí.
¿Por qué en ese viaje final no pude acompañarte hasta tu
hábitat?
Todo el desencanto y dolor podía haberse evitado si nos
hubiesen llevado a los dos.
Querido hijo te amo, con la misma intensidad que te extraño.
¿Cuál es el sentido de continuar en contra de mi voluntad?
¿Hasta cuándo seguirá este martirio?
Tesoro que nunca las letras de estos contactos, lleguen a
entristecerte.
Lejos estoy de esa intención.
Mi vida adorada, como es habitual, no he de cansarme
reiterando mi petición, por favor con el corazón en las manos ruego, nunca
olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=9ZoppiCqEH0
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