Buenos días
hijo querido.
Te saludo, en una mañana diáfana, cálida para la época.
Fueron muy
pocos los días de invierno, se debe al calentamiento global.
Personalmente,
me agradan las estaciones definidas.
Hoy deseo
recordarte el Palmar de Colón, famoso en la provincia de Entre Ríos.
Evoco con la
mueca de una sonrisa cuando recorríamos las calles internas, tu carita seria
demostraba tu enojo.
En los
predios tan grandes generalmente hay flores, en ese sitio no.
Para vos era
horroroso pues solo había palmeras.
Por más que
te expliqué, que por ello se llamaba palmar, tu rechazo fue total.
Luego de
recorrer el lugar fuimos a conocer el Palacio Urquiza.
Un edificio
monumental.
Allí vivió
hace muchos años uno de los próceres de nuestra historia.
Allí
sonreíste cuando miraste el lujoso palacio, tus ojos admiraban un trozo de
nuestra historia.
Poco duraría
tu buen humor, cuando llegamos al parque de la mansión, había palmeras, ello te
llevó a exclamar:
¿Aquí también?
Si bien, no
es una planta originaria de la zona, el clima es especial para el crecimiento
de esa especie.
Hace un año
elogiando un ejemplar que tiene tu prima en el parque de su casa, solicita
quiso regalarme una planta en una maceta, la respuesta fue agradecerla seguida
de un no rotundo.
Las palmeras
son vistosas en las playas del Caribe, cerca del mar y la arena.
Temo a las
arañas que suelen tejer sus redes entre las hojas.
Ella decía
que teniéndola en un macetero no crecen tanto, no me pareció ahogar una planta
por tener una palmera.
Por otra
parte si bien son vistosas coincido con vos, son aburridas.
Concepto muy
personal, no critico a quienes las eligen para adornar sus jardines, tal cual
vos, prefiero las flores.
Encontré
frases de autores reconocidos refiriéndose
a las palmeras, deseo compartirlas con vos.
“¡Soy una
palmera campeona! Sé que puedo soportar los huracanes en la vida, porque pagué
el precio y mis raíces de fe, se han arraigado profundamente».
John Di Lemme.
«Las raíces de la palmera envejecida superan a
las de la joven; los viejos tienen un mayor apego al mundo». Saib Tabrizi.
«Las palmeras están creciendo y sopla una
brisa cálida. Me imagino allí mismo, en alguna playa, en algún lugar».
Blake
Shelton.
«Has hecho bien en no perder años en un pleito
… el que comienza un pleito se parece al que planta una palmera que no vivirá
para ver florecer». Marguerite Gardiner,
«Como una
palmera junto al océano que soporta los vientos más fuertes porque sabe
doblarse con gracia». Stephen Kendrick.
«Recuerdo
cuando las palmeras eran cortas y Tomorrowlan era moderno». Taylor Negron.
«Ramas de palma son sus palos y rieles, fibras
de palma son sus velas tejidas, y la cuerda es de palma que se arrastra
ociosamente». John Greenleaf Whittier.
«Palmera: gigante de una sola pierna,
rematando otros árboles, mirando el firmamento – Anhela perforar el techo de
nubes negras y volar, lejos, si tan solo tuviera alas». Rabindranath Tagore.
«Pero la hermosa palmera exiliada crecía en
medio de un follaje sin color».
Felicia Dorothea Hemans.
«Crezca como una palmera en el monte Sion de
Dios; Sin embargo, sacudida por los vientos, la raíz es firme». Samuel
Rutherford.
«Ese es el punto en el que la mayoría de la
gente se da por vencida. Es el punto en el que, como decimos en el lenguaje del
desierto, uno ‘muere de sed justo cuando las palmeras han aparecido en el
horizonte». Paulo Coelho.
Palabras de
escritores de otros tiempos que habitan entre las estrellas como vos.
¿Cuándo
aparecerás en mis sueños?
Ha pasado
demasiado tiempo sin que ello ocurra.
Oportunidad
que espero con ansias, para concretar la ilusión de darte un beso.
Ignoro a
quien debo solicitar, ese episodio ocurra prontamente.
Es difícil no
recrear el deseo desesperado de darte un fuerte abrazo.
Acariciarte
como antes del fin.
Añoro
nuestras conversaciones a través de las miradas, sin hace uso del don de la
palabra.
Personalmente
decirte el amor que supiste inspirar en esta mamá que jamás se acostumbrará, a
no tenerte.
¿Existe el
reencuentro?
¿Podrás
reconocerme cuando llegue a tu hábitat?
Son
demasiados conflictos para resolver.
Ignoro si
los mismos tendrán resolución.
Tesoro, te
extraño, como dijo el poeta agonicé tu agonía, tu muerte fue parte de la mía.
Nadie supo
enseñarme a vivir sin vos.
Jamás me
cansaré de repetir,
“Los hijos
no deben morir”.
Te amo de
manera incondicional.
Es muy
difícil vivir sin vos.
No sé
continuar sin tu presencia.
No entiendo
para qué me dejaron en suelo terrenal, cuando deseaba estar junto a vos, así
pasaran los años.
Era yo quien
debía partir.
Disgusta
seguir donde no se desea estar.
Con ansias
espero no despertar.
Querido hijo
en cada uno de estos enlaces que nos unen un poco más, reiteraré mi solicitud, por favor nunca olvides cuanto te
quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=1bQRBvR_3Uw
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