Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana tan cálida como húmeda.
Hoy no brillarán los destellos dorados del Astro Rey.
Estuve mirando un catálogo de relojes de bolsillo.
Encontré uno que quise compartir con vos en este enlace
que nos une cada día un poco más.
Hallé una imagen que es la que encabeza esta conexión.
Reloj antiguo con rosas talladas en el mismo metal que el
reloj.
Son las flores del tiempo.
Tan perfectas que parecen, recién cortadas de un rosal.
Insensible el tiempo sigue señalando las horas de terrenales
y humanos, pendientes de aquel.
Cronos rige nuestra existencia desde que venimos al mundo,
hasta el final de la vida, regida por esa deidad.
En ese lapso otorga tiempo al destino de cada uno de
nosotros.
El libro de la vida, trae solo unos pocos renglones
escritos.
En primera instancia, aparecen datos nuestros desde el
inicio.
A medida que transcurre la existencia la experiencia va
completando el texto.
El final lo determina la deidad griega, sin que conozcamos,
cuanto tiempo estaremos ocupando suelo terrenal.
Una arbitrariedad.
En ocasiones se lleva niños antes de nacer, quebrando la
ilusión de quienes no llegan a ser padres.
No le importa la edad de sus presas, prevalece su
autoritarismo a la hora de elegir.
Muchos creemos el tiempo es abstracto, hasta el momento que
la tragedia nos roza, llevándose como un trofeo, cada una de aquellas.
En mis viajes en la máquina
del tiempo, seleccionando ubicarme en la Edad dorada de Grecia, pude
conocerlo. Pareciera ser un ser bondadoso, vestido con una raída túnica blanca.
De barba y cabellos largos asemeja ser inocuo.
Cuando desata su furia, opta por llevarse vidas ajenas a
quienes les corta el futuro, en milésimas de segundo.
Lamentablemente pude experimentarlo, cuando te arrancó de mi
lado sin considerar, tenías un futuro promisorio, con miles de proyectos
inconclusos que por sus características me vi impedida de continuarlos.
Se llevó al ser más luminoso
que traje a la vida para que viviera en absoluta libertad sin que ello,
perturbara los derechos de sus iguales.
No fueron suficientes las pruebas de tu idoneidad.
Se apropió de vos sin pedir permiso.
Mis sentimientos hacia él, son encontrados.
Ni lo quiero ni lo detesto, solo sería de mi agrado, alguna
vez respondiera alguna de las tantas preguntas que suelo realizarle y jamás han
obtenido respuesta.
Tampoco lo considero una deidad a quien hay que rendirle
tributos.
No soy necia, por lo tanto no puedo ignorar es injusto con
nosotros y siempre le reclamaré que te haya llevado a lugares desconocidos por mí.
Desmembrar familias, es su adicción.
¿Por qué es eterno y vos no?
¿Cómo transcurren las horas en tu hábitat?
¿Existe la luz o todo, es sombrío?
¿Es Cronos, quien impide aparezcas en mis sueños?
¿Olvidó no deseo de darte un beso, cada día?
Para hoy elegí un poema de autor, quien refiere al
tiempo desde su visión particular.
La dejo aquí para compartirla con mi amigo más fiel.
“TIEMPO ES TIEMPO
Autor: Mario Benedetti
Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
qué hacer con él
tiempo,
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido, tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta
tiempo, para mirar un
árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso, tiempo el
necesario para
chapotear, unas horas
en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo, para
esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos, me hace
falta
tiempo, sin tiempo.”
Tesoro de mi alma, te amo y extraño con mucha intensidad.
Es difícil continua sin tu presencia.
Necesito estrecharte en un abrazo interminable, hasta que
duelan los brazos, hoy solitarios.
La utopía de acariciarte, jamás se desvanecerá.
Hacés falta aquí.
Mi búsqueda entre las estrellas no cesará.
Intuyo que en la más brillante está tu morada.
Es absolutamente necesario compartirla con vos.
No para invadirte, sino para acompañar la soledad.
Acostumbrados a estar juntos, no creo puedas evitar asalte
tus sueños, o el despertar en el universo sin
ver a nadie de los que están tan cerca de tu refugio celestial.
¿Por qué, pese a que lo pido a diario no puedo soñarte?
Cada noche hablando conmigo misma, me digo, esta noche
aparecerá.
Pese a los esfuerzos realizados, no sucede.
¿Por qué?
De todos los duelos se sale, lastimado y recordando al ser
querido que no está.
Cuando se trata de un hijo es diferente.
Imposible recuperarse.
Sos mi vida.
Hijo querido no me cansaré de reiterar mi pedido de cada
mañana, por favor, hermoso ser de luz, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=D9zIFsizgrU
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