Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana tan fría como soleada.
A medida que pasen las horas, el sol entibiará las almas de los terrenales.
El invierno que hemos tenido no ha sido tal.
Va y viene, cuando lo desea.
Han sido más los días cálidos que aquellos donde ha mostrado
su verdadera esencia..
Ello ha cambiado el comportamiento de las plantas.
Los árboles cuentan con los primeros brotes tempranos.
En el jardín de mi refugio, los rosales tienen pimpollos.
Uno de los ejemplares de más edad, me obsequió una fragante
rosa de pétalos de color rojo punzó.
Anoche mientras observaba las gotas de rocío, acariciándolos
, la cúspide de la rosa, comenzó a
encenderse.
Seguramente Hefesto, la deidad griega representante del fuego apareció cerca del
rosal, dejando sus señales en la bella flor.
Intenté no se quemara la fragancia tratando de apagar ese
foco ígneo con agua.
No fue posible.
Hefesto en minutos consumió la flor, erguida hasta el final sobre su tallo
ennegrecido por el calor, de una noche sorpresiva, ante semejante evento, jamás
presenciado por mí.
Nunca antes había
presenciado, la extinción de una rosa bajo el fuego abrazador.
Detalles que escapan a la imaginación.
Las demás especies no sufrieron daños de ninguna naturaleza.
Es posible que el Dios del fuego haya querido el aroma de la
flor, llegara a su esposa Afrodita, la mujer más bella del Olimpo.
Misterios que como otros nunca se develará.
Espero el fuego no haya dañado la planta.
Es mi deseo siga dando flores para que puedas verlas desde
tu hábitat.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños para poder darte un beso?
Deseo después tantos
años ese anhelo, al que necesito dar
cumplimiento, antes del fin.
Recordaré a mi rosa de fuego como lo hago con vos.
Ser de luz, iluminando mi realidad.
Hurgando entre las letras, encontré grafems referidas a episodios semejantes al
vivido anoche en el jardín.
Lo dejo aquí para compartir con vos.
“ESA ROSA ENCENDIDA
Autor: María Ofelia Reimundo
Con los brazos del alma ...
abrazaré tu vida ...
me quedaré en tu pecho
para siempre prendida .
No he de pedir permiso
por que allí siempre existo,
y este amor tan intenso
vive en mí ,y yo te pienso,
Me has tatuado en tu
piel
con el más fino lienzo.
me bordaste con besos
¡ y el amor sólo es eso!
Y eres como esa rosa encendida
que me perfuma y me aroma
cuándo tus ojos ardientes
en los míos se asoman..
Con los brazos del alma...
en ti me has de llevar
y juntos volveremos
de nuevo a soñar...
No pierdas el camino,
¡ búscame en tu destino!
para no vivir en la sombra
de esa maldad que asombra...
¡ búscame en la inmensidad soñada!
esa que sólo se puede alcanzar
si sabemos juntos ,con el alma rezar,
y aquí...y aquí te he de esperar...”
Letras de una poetisa sensible.
Pluma femenina que sabe llegar al corazón de quienes soñamos
con una vida mejor.
Se conoce la felicidad cuando los hijos llegan a la vida.
Todo se enrarece cuando los arbitrios del destino deciden
llevárselos hacia enclaves desconocidos, para quienes desgraciadamente, los
sobrevivimos
Quienes conocen mi corazón, saben de mis deseos de estar con
vos para siempre.
He dado cumplimiento a las misiones que debía cumplir aquí.
Espacio incómodo para quien desea reunirse con el ser que
trajo a la vida para que viviera.
Jamás para verlo partir.
Atrapada en las redes del dolor, solo pienso, en la
posibilidad de un reencuentro cercano.
¿Existirá?
¿Reconocerás a tu mamá?
¿Será un mito o estará en el mundo de las realidades
tangibles?
Conservo la ilusión de abrazarte y acariciarte, como antes.
Es difícil vivir sin vos.
La existencia carece de sentido cuando te hace falta el
motor que la impulsa.
Siempre digo sos mi otra mitad.
La que quedó en la tierra añora tu presencia y así será
hasta el final.
Necesito tu ayuda para llegar a vos rápidamente.
La espera resulta un castigo cuando la necesidad de arribar
al lado del hijo amado es tan grande.
El amor maternal no se puede cuantificar.
La palabra, inmenso, resulta pequeña.
Solo quien tiene la felicidad de sentirlo conoce a que hago referencia
Te amo y te extraño más allá de la vida.
La creatividad se esfuma en el momento, de adjetivar. La
intensidad del amor.
¿Por qué me quitaron el derecho de abrazarte y acariciarte
como antes?
¿A quién efectuarle el reclamo?
Excusas banales que la razón no alcanza a comprender.
Te amo hijo querido.
Te extraño desesperadamente, por ello, en cada una de estas
conexiones, reiteraré hasta el cansancio, mi petición, por favor nunca olvides
cuanto te quiere, Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=0V8FLjkpd00
No comments:
Post a Comment