Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana cálida y nublada.
Preludio de la lluvia que pronto caerá.
Es posible que ayude a, apagar los incendios forestales que
azotan a nueve provincias de nuestro país. Arrasadas por fuego intencional, de
acuerdo a las pericias realizadas por especialistas.
En los lugares incendiados, hay emprendimientos
inmobiliarios para realizar.
La codicia no contempla
la cantidad de animales que han muerto, ni tampoco las pérdidas del
sector agropecuario, fuente de riqueza para nuestra patria.
Desde una ventana, una mujer, observa su campo preso del
foco ígneo.
Varias veces las autoridades la intimaron a salir, por el
peligro que corre su propiedad y su integridad física.
Ha dicho no saldrá del lugar.
Esa casa fue heredada de sus padres, junto al campo donde
además de criar ganado, en otro sector. Siembra granos para luego exportarlos.
Ello motiva su llanto.
La impotencia de no poder defender su tierra, convoca, ese
río de lágrimas que no puede, detener
Solo ha permitido los abuelos de sus hijos lleven a los
niños a un espacio seguro, lejos del averno.
El fuego avanza por la fuerza del viento, ha tomado parte
del patio de su casa,
Resiste tomada de la reja de un ventanal.
Sabe en cualquier momento será desalojada de su casas para
resguardar su integridad.
Un golpe seco, rompe los cristales de la ventana,
previamente han cortado las rejas para rescatar a la mujer.
Un grupo de psicólogos apoya a los vecinos que han perdido
todos sus bienes, entre llamaradas indomables.
Los bomberos trabajan las veinticuatro horas.
Nada se sabe del ministro de medio ambiente quien debe,
enviar aviones hidrantes para apagar el fuego intencional o bien solicitar
ayuda a los países vecinos.
Nadie lo ha visto por el lugar interesándose por la vida de
los ciudadanos que debe proteger.
No es la primera vez que las reacciones del ministro, están
alejadas del pensamiento de la sociedad.
Pensando en la mirada de la mujer rescata.
He buscado letras de una poetisa, que deseo compartir con
vos.
“El encuentro
Autor: Gabriela Mistral
A su sombra
le he encontrado en el sendero.
No turbó su ensueño el agua
ni se abrieron más las rosas;
abrió el asombro mi alma.
¡Y una pobre mujer tiene
su cara llena de lágrimas!
llevaba un canto ligero
en la boca descuidada,
y al mirarme se le ha vuelto
grave el canto que entonaba.
Miré la senda, la hallé
extraña y como soñada.
¡Y en el alba de diamante
tuve mi cara con lágrimas!
siguió su marcha cantando
y se llevó mis miradas...
Detrás de él no fueron más
azules y altas las salvias.
¡No importa! quedó en el aire
estremecida mi alma.
¡Y aunque ninguno me ha herido
tengo la cara con lágrimas!
esta noche no ha velado
como yo junto a la lámpara;
como él ignora, no punza
su pecho de nardo mi ansia;
pero tal vez por su sueño
pase un olor de retamas,
¡porque una pobre mujer
tiene su cara con lágrimas!
iba sola y no temía;
con hambre y sed no lloraba;
desde que lo vi cruzar,
mi Dios me vistió de llagas.
Mi madre en su lecho reza
por mí su oración confiada.
Pero huyo tal vez por siempre
tendré mi cara con lágrimas!”
Querido hijo:
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Deseo darte un beso. Como en el lejano ayer.
Estrecharte en un abrazo, es mi ilusión.
Acariciarte como antes.
Es mi derecho de mamá, que ama a su hijo de manera difícil
de adjetivar.
Te extraño mucho.
Nadie pudo enseñarme a vivir sin vos.
Tampoco han comprendido
“Los hijos no deben morir”
¿Es tan difícil dar
las herramientas que me lleven a vos?
No es mi deseo seguir ocupando un espacio que no me
corresponde.
El sitio de una madre siempre está, al lado del hijo que
hace más de siete años, arbitrario el destino se llevó.
El trabajo no lo realizó en soledad, siempre cuenta con la
complicidad de la muerte y Tánatos.
¿Dónde estás?
¿Por qué sigo cautiva donde no deseo estar?
Mi espacio está junto a vos.
¿Cuándo lo entenderán?
No es salubre vivir en el mundo de las entelequias.
Quiero experimentar la realidad.
Te amo y extraño con igual intensidad.
¿Podrías enseñarme cual es el sendero del ascenso?
No es demasiado mi pedido, solo añoro estar a tu lado por
toda la eternidad.
Hijo de mi alma, has generado en mí, los mejores
sentimientos, en nombre de ellos, quiero reiterar mi solicitud cotidiana, por
favor hijito lindo, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=uQCVSHsZ-K0
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