BELLEZA ORIGINAL

Buenos días luz de mi oscura realidad.
Otra vez los sueños me llevaron a recorrer la Isla Victoria en la Provincia de Río Negro al sur d nuestro país que visitáramos más de una vez,
Corría el mes de febrero de un año precioso pues estabas perfecto de salud.
Tu energía era recibida con la misma generosidad que la dabas.
Un viaje excepcional, con excursiones a lugares bellísimos de la provincia.
Cada atardecer nos enterábamos del paseo del día siguiente.
El destino Isla Victoria.
Sitio paradisíaco donde Walt Disney, filmó la película “Bambi”
Luego del desayuno partimos en una micro, hacia Puerto Pañuelo con la intención de abordar cualquiera de los catamaranes que esperaban a los turistas.
Desde el inicio el viaje fue una caja de sorpresa.
Navegábamos por un lago color turquesa de aguas transparentes.
Se podían ver los peces multicolores nadando en ello lugar.
El buque fue seguido un largo trecho por blancas gaviotas, buscando el mimo de las migas de pan o galletitas.
Luego de un breve trayecto aleteando se van en búsqueda de otra embarcación.
A la vera de lago se pueden observar lujosas viviendas y bosques de pinos.
A esta altura de la temporada el paisaje es blanco pues ha nevado con intensidad.
El paisajes es impresionantemente, bello.
A dos horas de navegación el buque amarará en un puerto para conocer un lago de aguas oscuras por la profundidad y sedimentos lacustres.
Para llegar al espejo de agua hay que ascender escalones de madera, exigen un buen estado físico.
Nunca antes habíamos visto un lago a tanta altura y de aguas tan oscuras.
Paisaje estremecedor que invita a reflexionar.
Algunos turistas se arrojaron al lago inferior para nadar.
Se les había advertido lo hicieran cerca de la costa, ya que el Nahuel Huapí es un curso lacustre profundo.
Media hora más de navegación nos llevaría al espacio de la fantasía.
Un puente de madera del mismo color canela de Los Arrayanes.
Especie en extinción.
Esa zona boscosa es una de las más importantes del mundo n perfecto estado de conservación.
A la derecha del puente, al ingresar está el famoso chalet construido con troncos de arrayanes que se ve en el film antes mencionado.
Después de caminar bastante se llega al límite con Chile en Puerto Blest.
Allí, cercado por cadenas está uno de los arrayanes más viejos del mundo, conocido como “El abuelo”.
Habíamos planeado visitar el mismo circuito en invierno.
La muerte arrebató tu vida y los proyectos nunca pudieron cristalizar.
¿Pude haber regresado algún invierno?
Sí.
¿Por qué no lo hice?
Jamás volveré a los lugares que conocimos juntos.
Sería una flagelación gratuita.
Puedo recordar y soñar estoy allí.
Jamás sin tu presencia.
Las heridas abiertas, volverían a sangrar.
Puedo repetir los senderos caminados en unión, recordando.
Eso es más que suficiente para continuar en suelo terrenal en contra de mi voluntad.
¿Cuándo nos entraremos para emprender viajes por el universo?
¿Es posible lograrlo o solo fruto de la imaginación?
¿Los seres muertos están allí o solo es una leyenda ara digerir la ausencia?
¿Por qué nadie se anima a sostener con argumentos la palabra?
¿Por qué debo creer en aquello que no he visto?
Cuando se intenta decir la verdad es necesario sostenerla con palabras, fotografías y todo aquello que sirva para alejar los enigmas.
Sino se hace es porque no hay nada para mostrar.
¿Por qué si todo está alejado de la verdad absoluta nadie se animó a refutarla?
¿Por qué nadie ha pedido se de respuesta a miles de vacilaciones?
¿La única que duda soy yo?
¿No es el Bosque de Arrayanes un lugar donde ciertas entidades podrían descender a conversar con los terrenales?
Ahora es un buen momento,
No hay turismo que pueda tomarse como una molestia.
Es el refugio de la soledad.
No depende de nosotros propiciar el encuentro.
Son otros los que deben decir:
¡Aquí estoy o estamos!
Las excusas no tienen cabida en este lugar,
Sean paradigmas de la verdad.
No pido nada más que poder comprobar la existencia de aquello que no se manifiesta.
Tesoro de mi alma, seguiré buscando hasta que deje de respirar.
Preciso verte para darte un beso.
Decirte cuanto te amo murando tus bellos ojos.
Tomarte las manos para pedirte nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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