Buenos días mi tesoro.
Mañana invernal, sin la pertinaz compañía de la lluvia.
Espero salga Helios para acompañar con su tibieza, la gelidez de mi alma.
Con una de las integrantes de mi familia chiquita tenemos ganas de ir al espacio donde se guarda la esencia de quienes como vos, han partido hacia la eternidad.
Si bien conozco al director del cementerio, no quiero abusar de ese contacto.
Hoy comenzó la fase más estricta del aislamiento.
Se ha regresado al pasado con más restricciones.
Si insistiera en visitar la morada de los muertos no solo estaría transgrediendo el aislamiento sino que comprometería a un funcionario que ha sabido acceder a mis solicitudes.
No he pedido nada especial para mí, sino para todos, por ejemplo la renovación de la pintura en ciertos lugares sagrados.
Accedió sin tener la obligación de hacerlo en el momento que lo sugerí.
Podía haberme respondido con un no rotundo.
Maneja muy bien el presupuesto asignado al sitio.
Ahora comprendo por qué otros son objeto de la desidia y abandono.
El poderoso caballero conocido como “Don dinero” no siempre es utilizado como se debe.
Es cierto quienes moran allí no lo ven.
Los deudos, si.
Olivos es un ejemplo a imitar, aún
cuando, soy partidaria que esos predios dejen de existir.
No sé cómo.
Hay monumentos centenarios recordando a quienes partieron.
¿En vida habrán sido tan ostentosos?
La muerte iguala.
Anoche soñé
Estaba suspendida en el universo.
La intención onírica era ir en tu búsqueda para darte un beso.
Pocos conocen el horror de no poder ejecutar esa acción tan común como es mimar al hijo que se trajo a la vida para que viviera.
Los sueños son locos, pese a que en la tierra los llovía de manera continua, desde mi lugar la luna plateada se reflejaba en el agua.
Físicamente la tenía ubicada a la altura del pómulo derecho.
Ello permitía pudiera ver suelo terreno y con menor intensidad el cielo nocturno.
¿Cómo podría encontrarte en medio de la oscuridad.
Tu perfume embriagador me llevaría a vos.
Mi corazón dio un vuelco al oír los sones de cítaras y laúdes.
¿Debo inferir es verdad la existencia de ángeles?
¿Por qué ninguno de ellos viene en mi auxilio para llevarme al sitio en que estás?
¿Habrán notado mi presencia?
Me siento muy bien flotando en el cosmos.
El temor a las alturas desapareció.
No hay lugar para el vértigo cuando se espera después de casi cinco años encontrarse con el ser más amado.
Sé está siempre conmigo.
Preciso ver su carita cuando le cuente todo lo aprendido a los golpes en estos de ausencia.
Necesito admirar su sonrisa, ello significará que algunas cosas hice bien y otras no tanto.
Comprenderá como pocos, las circunstancias.
Me conoce más que yo misma.
Es un ser encantador e imagino que la distancia ha aumentado sus dones.
Hace un rato largo estoy aquí.
En el transcurso de la noche he visto seres alados.
El pulso se acelera.
Detrás de las estrellas, caminan hacia mí u gripo de personas.
No poseen alas.
Nítidamente puedo oír la voz de mi hijo.
Es necesario contenga las lágrimas de emoción.
A mi tesoro no le gustaba llorara por nada, ni por alegría o abatimiento.
Intentaré relajarme practicando ejercicios de relajación, respirando de manera pausada.
Iguales a los que nos enseñaron durante nuestra internación.
No es instante de recordar los días más negros de nuestras vidas.
Sufrió de manera innecesaria ya que el final no se revirtió.
Debo recordar las historias que lo hacían reír lánguidamente, para que pueda encontrarme sin un dejo de tristeza, aún cuando por dentro sienta ha pasado un terremoto arrasador que quebró las estructuras de mi ser.
Tiene que encontrarme bien para sentirse orgulloso de su mamá.
Luna bella que estás a la altura de mi cara, ¿Podrías decirme si me veo bien?
¿Me prestarías un poquito de rubor, para darle color a mis pálidas mejillas?
¿Crees mi tesoro me verá con esos ojos llenos de amor como ayer?
¿Podremos iniciar una conversación?
¡Tengo temor!
¿Qué ese sonido ensordecedor?
¿Luna por qué apagaste tu luz?
Siento el frío del agua de lago.
No puedo flotar en el agua.
En un segundo pienso que es posible haya llegado mi final.
La única manera de estar cerca del ser que más amo en el mudo.
Estoy tranquila.
En segundos si la muerte no se demora estaré junto a él.
El momento más esperado llegó al fin.
Valió la pena esperar.
Estaremos juntos por toda la eternidad.
¿Quién está nadando hacia mí?
¡No preciso ayuda de ninguna especie!
¡Por favor salgan de lago!
¿Luna dónde estás?
Una voz desconocida pide no me asuste y dice: “Soy Morfeo.
Estás en tu cama llamando a la Luna.
No puede aparecer pues llueve torrencialmente.
Has sido presa de un sueño.
He venido a despertarte.
No llores.
Los designios del destino no se pueden cambiar.
No ha llegado el momento de partir.
Nunca estuviste flotando en el cielo.
Estás en tu cama.
Con este pañuelo seca tus lágrimas.
Bebe con sorbos pequeños el contenido de este vaso de agua.
¡Tranquilízate!
No existe fecha para que veas a tu hijo.
Ten paciencia.
No lo hagas sufrir.
¿Recuerdas que no le gustaba tu llanto?.
A partir de ahora seré quien acompañe tus sueños, para alejar las pesadillas.
Nada te pediré a cambio.
No desesperes.
Verás a tu hijo cuando deba ser”
Así concluyó uno de los sueños más hermosos de mi vida.
Cuando parecía estar cerca del fin se presentó el Dios de los Sueños en la mitología griega.
Quería irme de suelo terrenal.
Hijito Morfeo me ha prometido sueños bonitos.
Solo deseo en cada uno de ellos puedas estar.
Te amo más que a nadie por ello te pido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=sy2KMBe99vI
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