SIMPLEMENTE, LLUVIA

Hola tesoro mío.
Te saludo de esta forma para estar de acuerdo con el tiempo desapacible que tenemos desde hace cuatro días.
Los recuerdos me llevan a julio de dos mil quince cuando tuvimos una temperatura demasiado alta para el invierno.
Un día que jamás olvidaré.
Te había pedido llevaras un abrigo pues ese veranito no duraría demasiado.
Tu respuesta “Si, ma”.
Llegaste al atardecer empapado como si hubieras nadado vestido.
Siempre el agua está ligada a vos.
En invierno utilizabas la pileta climatizada del club.
Mi memoria te recuerda constantemente.
Sos la parte que le falta a mi corazón y nunca podré recuperar.
La lluvia disimula las lágrimas.
Imposible detenerlas.
Cada segundo que pasa tu ausencia es demasiado notoria.
Te extraño de manera difícil de adjetivar.
¿Llueve en el lugar dónde estás?
¿Pudiste divisar ayer al cometa Neowise?
Es el único en su especie que puede divisarse a simple vista.
Telescopios de última generación apuntaban al cielo cuando el sol comenzó a esconderse.
En Buenos Aires no se vio por la pertinaz llovizna.
Los científicos viajaron hacia el norte de nuestro país donde Helios se esconde detrás de los cerros.
Un espectáculo magnífico que no se repite con frecuencia.
Mientras daba su clásica vuelta alrededor de la tierra, cientos de estrellas fugaces iluminaban aquellos cielos.
La tradición dice que ante la aparición de aquellas hay que pedir un deseo.
¿Imaginás cual hubiera sido el mío?
Tener la posibilidad de darte un beso.
Hace mucho tiempo no puedo ejecutar esa simple acción, sé cuanto la necesitás.
También yo.
¿Cómo hacer para que lleguen al destinatario sin que marchiten?
¿Cómo hacer para que te lleguen mis demostraciones de cariño infinito?
¿Cómo hacer para satisfacer el amor que te tengo?
¿En ese espacio enigmático, hay personas capaces de escuchar a una madre, clamando por su hijo muerto?
Las gotas de agua resbalan por el cristal de la ventana de mi refugio.
Viajo a tu infancia donde no había manera de detener tus escapadas.
Siempre decís haber olvidado algo en el exterior.
Ello te permitía mojarte a gusto.
A mis llamados contestabas “Voy mami”
¿Qué tesoros pierden los niños cuando llueve?
¿Por qué les gusta tanto mojarse?
Simulaba retarte.
Nunca pude hacerlo.
No me dabas motivos.
Solo algunas travesuras que terminaban en un abrazo.
Regresaría en el tiempo para recrear esas sensaciones.
Sé no es posible.
Los sueños de una madre nunca se cumplen.
Máxime cuando están relacionados con el hijo muerto.
¿No saben del amor que te tengo, esos que piden deje sepultado el pasado?
¿Puede una mamá colocar en un sepulcro los recuerdos compartidos?
Afuera sigue lloviznando en mi ser ese tiempo es perpetuo.
¿Volveré a ver el sol algún día?
¿Brillarán nuevamente las estrellas ara poder buscarte entre ellas?
No hay colores en mi esencia.
Los llevó el fatídico día de tu partida.
¿Por qué no pudimos seguir recorriendo el camino de la vida tomados de la mano?
Siempre hubiera sido tu guía.
¿Por qué no me dejaron acompañarte en el último viaje?
Pese a la valentía demostrada durante los últimos quince días, puedo comprender tu miedo a lo desconocido.
Es triste callar una verdad que asoma gritando.
Lo hicimos para mitigar el siniestro daño de los últimos días.
Cuando llamaba uno de tus hermanos de la vida, no podía contarle el parte médico.
Con tus bellos ojos cerrados tenía miedo pudieras escucharme.
Pedía me preguntaran para responder con monosílabos.
Estabas pendiente de todo.
Aún cuando parecieras dormido.
Es muy probable que el terror ante el instante final no te dejara entrar en un sueño profundo.
Duele el alma al sentir tanta impotencia.
¿Por qué no pude hacer nada para que no te fueras?
¿Tuviste temor ante la proximidad de la muerte?
¿Por qué no pude ayudarte a seguir viviendo?
¿Por qué te eligieron cando estaba a tu lado?
He vivido.
Era yo quien debía ocupar el sitio del ascenso.
¿Por qué nos dejaron en estado de desamparo?
¿Dónde estaba en ese instante el ser superior del que todos hablan?
¿Para quienes son los milagros?
¿Entienden el por qué de mis vacilaciones?
¿Pueden comprender que ciertos actos alejan las creencias?
Ha cesado la lluvia vaya a saber por cuanto tiempo.
Esperaré un poco para sacar las marcas de las gotas sobre el vidrio de la ventana.
Mis lágrimas las he secado para regalarte la mueca de una sonrisa.
Quiero sepas te amo de manera incondicional.
Quiero sepas trato de apurar mi viaje.
No me gusta estar en la tierra.
Hijo de mi vida, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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