Vida de mis entrañas ignoro si estos saludos diarios llegarán.
¿Hacia que enclave que no se me permite conocer?
Es oscuro como los tintes impregnando el ala de soledad?
Poco queda por preguntar cuando desde sierre se sabe que a cada interrogante, sucederá el silencio espectral.
Abate la soledad.
Es terrible buscar la voz casi humana de un contestador automático para sentir no estás absolutamente solo.
¿Es síndrome de locura precoz?
Nada de eso.
Puedo razonar.
Con dolor ancestral veo que el mundo de alguno gira en torno de sus necesidades.
No refiero a casos de salud sino a sucesos de la vida cotidiana que pueden resolverse poniendo en ejercicio el pensamiento.
No soy una resolvedora de problemas (Palabra por mi inventada) por el solo hecho de saber a quien, como y cuando , dirigirme para allanar los caminos de la estupidez impuestos por una burocracia sin razón de ser.
Me ensañaste a dar sin pedir nada a cambio.
Es la esencia de dar al otro aquello que necesita.
¿Cuándo recibiré un simple gracias?
Lo ejemplito en un simple suceso.
Cedí mi lugar, pese al cansancio y abatimiento de no tenerte de ceder mi espacio a alguien que solo adquiriría un artículo en el comercio en el que estábamos.
Como una estúpida esperé el agradecimiento que nunca llegó.
¿Cuesta demasiado decir gracias?
Allí te das cuenta de la pobreza intelectual de quienes te rodean.
No es importante, darle más letras.
El egoísmo se ha consagrado en rey de la sociedad.
¿Quién lo coronó?
Aquellos que se debilitan pensando.
Es más fácil atropellar.
¿A mí?
Jamás.
Nada me inspiran.
Como bichos viven de los otros, son parásitos.
Intentaré olvidar esas actitudes poco terrenales.
Lejos están de ser humanas.
Hemos llegado al último mes del año.
Una tortura no tenerte.
Todos hacen planes.
No tengo ninguno.
¿Para que planificar si no te tengo?
Con agrado observo que muchos de quienes te quisieron silenciosamente te recuerdan.
¿Los demás?
¿Has podido evaluar sus actos?
Te aman cuando estás vivo y pueden pedir algún beneficio?
¿Después?
Convocan al olvido con total irracionalidad.
¿Comprendés mi deseo de partir hacia vos?
Temprano leía que una de las glándulas del cuerpo humano que más trabaja son los lagrimales.
¿Para qué?
Tienen como función mantener lubricado el globo ocular.
Nada dijeron los científicos firmantes de esa noticia de los cristales de agua que nacen en el alma para expresar el dolor.
¡Qué bueno que nunca han perdido un ser querido!
Ante la partida de un hijo la conclusión sería otra.
Vago sin destinos por los senderos arbitrarios del dolor.
Nada me conforma, si aquello que expresan no se puede argumentar.
Sucede siempre.
Cuando se quiere ahondar en el fondo de la cuestión, la respuesta es silencio.
¿Por qué?
No pueden sostener sus dichos.
Actitudes lamentables que no se condicen con la esencia de los terrenos.
No.
A humanos no han llegado.
Para ello se necesitan otras virtudes donde no tiene cabida la mezquindad.
¿Cuándo exonerarán a los miserables del mundo terrenal?
Ellos saben que mi mayor deseo es salir de este espacio inhabitable.
No me llevo bien con los desvalores.
No soy perfecta.
Menos una ciega que no puede ver la intencionalidad de los avaros de cariño.
Lamentablemente están.
Alguna vez derramé lágrimas emotivas.
Otras fueron generadas por la sorpresa.
La mayoría de ellas cubrió mi rostro ante tu desaparición tan traumática como repentina.
Siguen brotando con intensidad.
Si estuvieras aquí nada de las ocurrencias actuales serían padecías por mí.
Los designios del destino eligieron sin consultarme.
No puedo revertir la situación
La impotencia se manifiesta en total plenitud ante los gestos inhumanos de la ignorancia.
No quiero brillar en el firmamento como alguien especial.
Soy esta que escribe, sin la más mínima intención de cambiar.
¿Lo demás?
Si existe esa energía superior se ocupará de juzgar a los mediocres cargando su mochila de sonrisas y mendacidad.
Esperaré, hasta que no pueda más.
Ayudame a llegar a vos.
Carece de relevancia permanecer en suelo hostil.
Los que me regalan sonrisas deben saber que nunca bajaré los brazos.
Antes muerta que entregada a la malicia.
No es fácil transitar los caminos de la adversidad.
Has presenciado mi realidad.
Nunca hubieras permitido semejante manoseo.
No importa.
Nada me impedirá llegar a tu lado.
Quiero darte un beso.
No tan frío como el fatídico día que te tuve que reconocer.
Un beso que sea capaz de transmitirte todo mi amor.
Si llegara a producirse ese reencuentro soñado, prometo no llorar.
Ayudame a pasar estos días de terror.
¿Para que seguir viviendo?
Duelen las ausencias más que la esencia del dolor.
Esperame.
Quiero llegar a vos.
Esta existencia no tiene sentido.
Chiquito hermoso, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=g0hoxzV716g
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