Sunday, December 08, 2019

ILUMINÁNDOTE



Buenos días, pilar sosteniendo mi existencia.
Conocés mi deseo.
Partir para encontrarte.
Si tuviera la potestad de hacerlo quitaría del calendario los meses de agosto y diciembre.
En el primero se produjo la fecha menos querida, tu final tan abrupto como injusto.
En diciembre finaliza el año.
Es cuando más se notan las ausencias.
La mayoría de los mortales, lo espera para realizar un balance de los últimos doce meses.
Otros hacen planes para vacacionar, en familia.
No atrapa mi atención ninguna de las dos posibilidades.
El balance anual de una madre que tiene un hijo muerto siempre será negativo.
¿Vacaciones?
Una utopía.
Se planean cuando la familia está completa.
¿Adónde puede ir una madre con el alma convertida en jirones volando en el viento?
Juntos recorrimos demasiados caminos.
Ni en estado de inconciencia volvería a ellos.
En medio de las cavilaciones cada vez más frecuentes, cerraba la puerta de mi refugio.
Debía realizar un trámite.
Siempre que he viajado en la máquina del tiempo, comenté que quien la comandaba era un ser de escasas palabras por no decir ninguna.
Comprendo sus reacciones ¿Para que utilizar el don de la palabra cuando nada debe expresarse?
Ignoro el lugar de su residencia.
Me habían advertido tuviera cuidado cuando salía de casa pues un ser extraño, había aparecido hace pocos días.
¿Miedo?
No, de ninguna manera,
¿Qué más le puede pasar a una mujer que ha perdido al hijo de sus entrañas?
En el momento de verlo me pareció conocido.
No tardo en acercarse con una propuesta.
Viajaríamos en el tiempo con la intención que alguna vez recuperara la sonrisa que partió con tu muerte.
No tengo motivos para reír.
No está dentro de mis previsiones ser una fémina simpática que a todos dedica una sonrisa.
No me molestan los adjetivos que puedan adosarme.
El único sentimiento que notan en mi rostro es la tristeza.
También los seres que no conozco han visto, derramo lágrimas de dolor más impotencia.
La propuesta del viaje a través de distintas épocas, me pareció cautivante.
¿Por qué no hacerlo?
Si tenía suerte, aún cuando es esquiva, tal vez pudiera verte las líneas de tu figura al atravesar los tiempos.
¿En cual estarás?
¿Existen esos planos distintos de los que hablan históricamente muchas religiones?
Nada pierdo haciendo el intento.
Tengo necesidad de verte y darte un beso.
¿Es tan desmesurado mi pedido?
Supe el destino sería la cuna de la cultura.
En esta ocasión visitaría a un dios del que solo conocía su nombre.
Como es costumbre al concertar esas visitas se debo utilizar vestimenta de época.
Nada complicada.
Túnica blanca y sandalias bajas con tiras que ajustan las pantorrillas.
Muy parecidas a las que usaban los gladiadores.
Llamó mi atención, ingresar a un templo carente de fastuosidades.
Por los vitreaux de los techos se filtraba la luz del sol.
En los altares profusión de colores y fragancias emanados por las flores.
Parecían recién cortadas.
Una doncella por tanto un vaso dorado conteniendo agua fresca, anunció que “Su señor estaba bajando del carruaje”
Por más que pensaba e intentaba recordar en ese espacio nunca había estado antes.
Apareció con una sonrisa iluminando su templo el dios Helios.
Recordé a sus padres, Hiparión y Tea.
Sus hermanas eran la hermosa Selene, la luna y la representación de la aurora la bella Eos.
Pidió disculpas por la demora.
Uno de sus asistentes en una bandeja de cristal dejó apoyara su singular corona, realizada con rayos de sol.
Una deidad de las más importantes del Olimpo.
No solo figura en los versos de la Ilíada sino que también es el preferido de Hesíodo.
Es de su gusto surcar el cielo, en una carroza que le presta Ra, el dios del sol.
Como todas las deidades, conoce la problemática de los terrenales.
Utiliza persuasión en el momento de dar consejos que son caricias para las almas heridas.
Deseo relatar cada una de sus palabras: “Tu hijo no tenia más espacio en suelo terreno por ser como era.
Luminoso, inteligente.
Un ser de otro mundo.
Por ello ahora mora en el que debe permanecer hasta tu llegada.
Te sugiero contengas tus lágrimas.
Entiendo es difícil para una mamá no llorar a su hijo yaciente.
¿Aceptarías un consejo?
Asentí con un movimiento de cabeza.
Juntarás todas tus lágrimas.
Te ayudaré a que las mismas tomen forman de lámpara, prometo en mis viajes por el universo acercársela para que sume la luz de su madre a la suya.
Te recuerda con mucho amor.
En tu refugio te deja señales.
El abatimiento no te permite apreciarlas.
¡Allí están!
No llores.
A tu descendiente cada lágrima tuya le dolía como si su corazón fuera atravesado por una filosa daga.
No te pido que rías.
Sé tu misma.
Concedete, la libertad de mostrarle a tu hijo una sonrisa.
No le preguntes cuando estarás a su lado.
¡Estás!
No de la manera que desearías.
No te ha olvidado.
Ustedes tienen demasiada empatía, esos sentimiento perduran más allá de la muerte que es una circunstancia.
Ahora debo irme.
Ven a verme cuando puedas comprender cada palabra que he pronunciado con la misma intención que las he dicho.
Recibe mi beso en tu frente”.
La doncella que me recibió vino en mi búsqueda.
En sus manos portaba un ramo de camelias blancas como las nubes adornando el cielo.
Indicó debía colocarlas en el altar.
Un recipiente de cristal con agua fresca contendría mi tributo a Helios.
Etérea me acompaño hasta las puertas del templo.
Poseo un cúmulo de sensaciones encontradas.
Es cierto.
Mis lágrimas te duelen.
Seguiré los consejos de Helios para que tengas tu lámpara, agregando luz a la tuya.
Asciendo a la máquina del tiempo.
El viaje demora lo mismo que un pensamiento.
Instalada en mi refugio quiero sepas estoy sorprendida.
Helios te describió tal cual sos.
Tomaré cada uno de sus consejos.
Quiero como el sediento en el desierto nuestra capacidad de comunicación aumente día a día.
No pude prometerle recuperaría mis creencias.
Una divinidad enorme como Helios creo no necesita más palabras que las respuestas que obtiene al ingresar a nuestra mente.
Es sabio.
Comprende que una mujer con carácter no puede aceptar dogmas disfrazados en discursos dobles.
Las actitudes deben ser para todos los que existen en la tierra, concordante con las palabras que se dicen.
No se puede predicar que tal o cual cosa configura un pecado en nombre de vaya a saber quien, si quien se expresa con total liviandad da muestras de faltar a la verdad de manera recurrente.
¿Estás riendo pues no utilicé el término mentiroso?
En ocasiones suelo estar más tranquila o mis reacciones no tienen tanta efervescencia.
Ambos sabemos la manera que tenemos no de juzgar sino de estudiar a ciertos personajes que se ensañan en menoscaba el intelecto de los terrenales.
El de hoy fue un viaje que dejó enseñanzas.
Sé que detrás de todo lo bueno que acontece en mi realidad, estás presente.
Te pido aparezcas en mis sueños.
Quiero escuchar tu voz, llamándome “ma”.
Mientras ello ocurre, reitero mi solicitud diaria, no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Z84cmtFwEko

No comments: