Thursday, May 14, 2020

AGUA CLARA COMO VOS



Buenos días mi amoroso.
Hoy es una mañana soleada y fría.
Continuo cumplimiento el aislamiento.
Han comenzado a registrarse más casos diarios.
Pese a las restricciones y controles el tráfico se ha vuelto infernal.
Esperemos todos tomen conciencia y circule solo aquellos que tienen permiso para hacerlo.
Personalmente tengo la ventaja de salir acompañada de mis musas al lugar que desee.
A veces son ellas quienes eligen.
Tienen permiso para sorprenderme y llevarme a lugares a los que solo se puede acceder en compañía de ellas.
En sueños nos dirigimos a un manantial de agua cristalina.
Saben que a vos te gusta el agua por ello la opción.
Nunca había visto un sitio de dimensiones no tan exageradas como un lago pero de igual o más belleza.
Un círculo de agua límpida, dulce, circundada por flores de todos los tonos que puedas pensar.
Cuando aparece el albur, los colores se reflejan en el espejo de agua.
En el centro del mismo hay gotas que fluyen hacia arriba formando figuras de alto impacto visual por la hermosura que regalan al visitante.
En este caso mis tres musas me acompañaron en este paseo delicioso.
Las formas que toma el agua además de coloridas son espectaculares.
No están durante todo el día.
Solo en cada alborada para después irse a descansar.
Visualicé mariposas transparentes con las alas desplegadas, bebiendo el néctar de flores imaginarias.
La que produjo un escalofrío en mi ser, fue la que fotografié para vos.
Asemejaba la figura de una mujer que llevaba entre sus brazos a un ser más pequeño e inmóvil.
Parecía una madre llevando entre sus brazos a su hijo.
Cualquier mujer hasta aquellas que son solo gotas de agua de un manantial, sacan fuerzas de dónde no tienen con tal de salvaguardar la integridad de los seres que más amamos en todas las vidas.
Utilizo el plural ya que en el caso de darse existencias en otros planos, el amor se agiganta.
Debe ser porque ninguna de las que atravesamos estas circunstancias, podemos concretar la utopía más grande.
Despertar con un beso que no podemos dar.
Acordarnos de las caricias cuando la vida era plena.
Pude acariciarte, en el final.
A nadie le deseo esa sensación.
Si bien el cuerpo mantiene su temperatura casi normal, sabemos que nunca más despertará para decirnos mamá.
Tampoco quisiera que ninguna de mis lectoras pasara por la experiencia del después de la muerte.
Es una crueldad exagerada que para entregarte el cuerpo de un hijo lo debas reconocer, como sino fuera el mismo al que acompañaste cada minuto de su internación.
Es una escena de una película de terror, observar se acerca la camilla, que ni siquiera tienen la sabiduría de elevarla y casi rueda por el piso, apoyada en la sabana una bolsa de plástico negro con un cierre que apenas te dejan abrir para saber si la persona dormida para siempre es tu hijo.
De hecho pedí descorrieran el cierre.
Me respondieron no se puede.
¿Quiénes son para impedirle a una madre darle el beso postrer a su descendiente?
Corrí el cierre, quería darte un beso.
Nadie podría impedirlo.
Aún hoy que han pasado casi cinco años siento el frío de la muerte que no se parece a ningún otro.
Para ellos es fácil tratar de impedir.
Otras mamás, quizás temerosas hagan caso a esa ridícula disposición.
Quebrada por el dolor de la tragedia más enorme que puede sentir una mujer obedecí a mi instinto.
Después sobrevino el llanto que tantas veces hube de detener para que no me vieras triste.
Era necesario en las últimas horas de tu estadía terrena, hacerte olvidar los padecimientos físicos.
Nunca pensé el desamparo sería tan doloroso.
Cual una enfermedad, va brotando en distintas partes del ser.
¿Tiene cura?
Solo con el propio fin.
¿Por qué demora tanto en llegar?
¿Por qué nadie tiene argumentos sólidos que indiquen cual es el sustento de mi estancia en la tierra?
¿No saben o no quieren responder?
Nunca supe que culpas estoy pagando en suelo hostil.
Tal vez no tenga ninguna y estos entes maníacos me utilicen como divertimento.
Preguntaré hasta que llegue a dejar de respirar.
Soy extremadamente dura cuando busco una respuesta satisfactoria para comprender la muerte de mi hijo.
En nada me parezco al agua quieta de un manantial.
Por un hijo una madre se convierte en tsunami hasta llegar a la verdad.
No acepto evasivas.
Generalmente son utilizadas por quienes faltan a la verdad.
Mi caso es sencillo.
No hay que ser sabio para entenderlo.
¿Por qué lo llevaron a él y no a mi?
¿No percibieron la cantidad de proyectos que tenía, para cumplir?
¿Por qué con un manotazo brutal , derribaron todos?
Mi hijo tenía sueños como cualquier joven.
Estaba preparado para triunfar en el camino que había elegido.
No es digno no responderle a una madre.
Ustedes como tantos otros entes se aprovechan de una madre a quien se le muere un hijo.
No saben valorar la vida pues le rinden culto a la muerte.
¿Deja ganancias, llevarse existencias que deberían seguir en suelo terrenal?
Tesoro ya ves que pregunto casi siempre lo mismo.
Nadie tiene respuestas.
Debo confesarte que aquí me siento como ese paquete que sobra y molesta en cualquier parte que se lo quiera colocar.
Te extraño.
Quiero aparezcas en mis sueños para decirte cuanto te amo.
¿Tiene que ver el tiempo con tu ausencia en mis sueños?
¿Podés recordarme?
¿Nos reencontraremos alguna vez?
Ese día anhelado tarda demasiado en llegar.
Pocos conocen la tortura que significa buscarte y no encontrarte.
Pensarte como estabas en el ayer.
¿Cómo te ves hoy?
¿Sirve de algo mantener una quimera?
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=EmvsZZqh2fg


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