SI PUDIERA ENCONTRARTE

Buenos días ser de luz.
El aislamiento sanitario obligatorio continúa.
No se sabe por cuanto tiempo.
Hoy llevamos sesenta y ocho días de ce permanecer en nuestros hogares.
No todos tienen conciencia respecto a la gravedad del virus.
Los organismos mundiales pareciera que descubrieron el continente americano con la pandemia.
Todos sabemos que Sar 2 o Coronavirus, es amigo del frío.
Por ello declarar en un comunicado especial que somos el epicentro de la pandemia no suma nada.
Muchos a esta altura de los acontecimientos muestran lo peor de los terrenales.
Piden a bordo de lujosos autos el estado de aislamiento cuanto antes.
Poco les importa el contagio.
No tienen en cuenta que ellos no son inmunes ni siquiera las más altas autoridades que con el propósito de reforzar la palabra, levantan el dedito acusador.
No los escucho.
Detesto las personas de cualquier ideología que no saben expresarse.
Oratoria es una materia que hemos tenido y tienen los estudiantes de derecho.
Algunos han sabido utilizarla, otros pareciera haberla reprobado.
Hablar bien es un arte.
Para reforzar un discurso o aquello que pretende serlo no es necesario levantar el puño derecho cerrado hasta la delgada línea que te retrotrae a períodos funestos de la historia contemporánea.
¿Carecen de un asesor de imagen que les informe que fueron seres siniestros para la humanidad quienes hacían ese gesto desagradable.
“No es más sabio el que grita sino el que observa en absoluto y piadoso silencio”
¿Es necesario perder el tiempo en algunos irresponsables?
De ninguna manera y aquí concluyo esta especie de estado de situación que me gusta conozcas.
Adivino cada una de tus reacciones, pues la muerte ha sabido interpretar somos gemelos de pensamiento.
La imaginación me llevó por los caminos insondables de los recuerdos.
Como a vos me gusta la naturaleza que permite transportarme a lugares desconocidos.
Casi siempre son paisajes de montaña.
La mayoría de ellos posee vergeles y manantiales de agua.
Tu hábitat natural cuando estabas vivo entre nosotros.
Nunca dejaste de demostrar tu destreza fuera un ardiente verano o gélido invierno.
Cualquier espejo de agua te servía para demostrar tus dotes de gran nadador.
Ignorando hacia donde me traías mis musas, me deje llevar.
Ellas me conocen más que yo misma.
En esta oportunidad eligieron el preludio de un atardecer en las puertas de un bosque de pinos gigantes.
Sobre el tronco de uno de ellos que se resiste a mutar a leña dando nuevas espigas vigorosas, encontré tres farolas encendidas.
En la espesura de hojas perennes, la noche suele adelantarse o mejor expresado la oscuridad es temprana.
No hace falta que te diga quienes portarían los otros faroles.
Las espinas secas de las ramas de pino, formaban una alfombra acolchonada.
No era posible escuchar el sonido de pasos extraños.
De haberlos encontrado, tampoco me hubiera inmutado.
La fragancia es pura frescura en un atardecer otoñal.
Tomamos las luminarias pues quienes me acompañaban conocían cual era mi premisa.
¡Si pudiera encontrarte!
¿Qué es lo primero que hubiese hecho?
Colgarme de tu cuello para dejar en tu mejilla besos postergados por el tiempo inexorable.
Podría haber elegido contarte todo aquello que ha ocurrido en tu ausencia.
No es necesario.
Desde algún lugar, cuyo nombre desconozco, percibo estás allí no solo mirando el transcurrir de paisaje terrenal sino cuidándome.
Sabés que objetos materiales no necesito.
Preciso otros que no se pueden comprar con una bolsa gigante que contenga todas las monedas del orbe.
Bajo ninguna circunstancia se compra el amor.
Quien ostenta realizarlo no es más que un necio orgulloso de su dote monetaria.
¿Acaso puede cotizarse la vida?
Si pudiera encontrarte, nos pondríamos al día con todas las charlas pendientes.
¿Son demasiadas, verdad?
¡Mejor!
Ello será condición para no separarnos.
Si pudiera encontrarte te diría puedas comprenderme.
No soy ajena al cato de los pájaros que me necesitan.
Han crecido.
Saben actuar en libertad.
Al principio me extrañarían.
Después dedicarían todo su tiempo a descubrir el comportamiento a veces incomprensible de los terrenales.
Si pudiera encontrarte podría sumergirme como antes en la profundidad de tu mirada.
Navegar en ella hasta cansarme.
Nunca convertirme en este naufrago de la existencia.
Si pudiera encontrarte aceptaría con buen humor me retaras cuando estoy triste.
¿Hijito amado como te has ido sin enseñarme a vivir sin vos?
Si pudiera encontrarte evocaríamos el tiempo que hoy es pasado para cerrarle todas las puertas a los indeseables.
¿Sabés a quienes me refiero?
A Tánatos y su cómplice Muerte.
Sé que sos capaz de comprender que en un momento creí ella desobedecería a su cómplice para llevarme a tu lado.
¡Lo sé!
Si alguien me promete poder reencontrarme con vos le daría hasta mi vida.
Supongo que ese es el pasaporte para conseguir el pasaporte que me deje en las puertas de tu hábitat?
Su pudiera encontrarte te preguntaría si seguís queriéndome como antes.
Sin anestesia me lanzaría a realizar esa pregunta pues sé de la calidad y cantidad de nuestro cariño.
Si pudiera encontrarte te contaría que preguntaría a los entes que se llevan a los terrenales ¿Para que los visten con las puntillas de una mortaja?
¿De dónde sacaron esa tradición?
¿Está escrito en alguna parte?
¿Por qué los legisladores de nuestro Congreso tanto senadores que representan a las provincias argentinas o diputados que dicen representar a los ciudadanos no legislan respecto al comercio de la muerte?
¿Por qué no impiden la venta de esqueletos para los estudiantes de medicina y como si fuera una prenda, dicen este está completo pero es un poco más caro?
¿Por qué se hacen los ciegos y sordos cuando se denuncia roban las tumbas?
¿No son capaces de pensar que alguna vez serán ocupadas por ellos?
Su pudiera encontrarte no solo te hablaría de los desastres que ocurren a nivel ciudadanía.
Si pudiera encontrarte celebraríamos juntos el crecimiento de la beba de tu hermano de la vida.
Hace dos días me mandó tus imágenes.
Estás hermoso, en una de ellas con la mirada triste.
Si pudiera encontrarte te contaría del crecimiento de la nena.
Fiel a mi estilo nunca daré su nombre.
Además de haber sido bendecida con la belleza es una artista.
Tu hermano de la vida me envió un video de la nena.
Es una actriz dramática de las mejores.
En la primera toma está sonriendo.
De la nada pareciera llorar desconsoladamente hasta que su mamá le apoya su mano en su pancita.
¿Lágrimas?
Ni una, la actuación ha sido perfecta.
Si pudiera encontrarte nos pasaríamos horas hablando de la beba.
Es chiquita de edad.
Enorme de tamaño.
El aislamiento me impide comprarle la ropa que quiero, todos los comercios están cerrados.
¿Nadie sabe que los bebés crecen?
Si pudiera encontrarte tendríamos mil temas de conversación.
Si pudiera encontrarte podría darte un montón de besos para que mi mochila no esté tan pesada.
Si pudiera encontrarte no me alcanzarían las horas del día para contarte del amor más puro.
Si pudiera encontrarte te contaría que hacia el final de tu vida, tenías ganas de desatar el llanto más desgarrador de la tierra.
No correspondía lo hiciera.
Era demasiada la carga que transportabas.
Si pudiera encontrarte te pediría desde el centro de mi alma, apagues las luces de las farolas.
Tomes una de mis manos y me lleves para siempre de la tierra.
Si pudiera encontrarte no me importaría dejar de escribir eternamente.
Mi pasión tiene las siete letras de tu nombre.
Si pudiera encontrarte no te pediría seques mis lágrimas.
No existirían.
Si pudiera encontrarte sabrías cuanto te amo a través de los mimos que guardo hace casi cinco años.
Si pudiera encontrarte te pediría mirando tus ojos de caramelo, nuca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=3gtKIh7IGIM