Transcurrimos el día sesenta y dos del aislamiento obligatorio.
Los periodistas exagerados se olvidaron se sumar como corresponde y le agregaron un día más.
Si la información sirviera para cambiar los resultados de la pandemia, sería tomada de otro modo.
Tal vez, con gracia al escucharlos un poco mentirosos.
A ellos no les importa agregar veinticuatro horas o quitarlas.
Tal vez sus mentes obnubiladas no se hayan detenido a pensar que en ese lapso de tiempo, puede arribar vida a la vida o despedirse de ella para siempre.
Nadie los corrige.
No te preocupes, no seré yo quien lo haga.
Mi tarea más importante es contactarme con vos para decirte cuanto te amo.
Los números no me interesan.
Los correspondientes a estadísticas mucho menos.
Depende por quien sean elaborados para otorgarles algo de credibilidad.
Me parece una actitud mezquina lucrar con los muertos de la pandemia.
¿Acaso no saben les puede tocar a ellos y morirse como los que no ostentan títulos y honres?
Con esos datos no se joroba.
En nombre del horror no se puede acopiar agua para cada molino.
¿Entre tanto, sabiondo, circulando por allí nadie habrá llegado a la simple conclusión que estamos ante una situación anormal en todo el orbe?
¿Cuál es el beneficio de lucrar con el dolor ajeno?
Nadie es inmortal.
Ni siquiera aquel noble veneciano que en pleno siglo XVI cuando se produjo el rebrote de la mal llamada peste negra, cuya denominación era peste bubónica, desafiando a todos ofreció a todos una fiesta de disfraces en su mansión, exponiendo a sus visitantes a una muerte segura.
Pasado de alcohol, comenzó a perseguir a una bella mujer de talle deslumbrante, oculta detrás de una máscara.
Le ofreció parte de su fortuna para tenerla cautiva en sus brazos.
Poco durarían los avances amorosos.
En un momento la mujer se cansó de tanta estupidez.
De un manotazo sincero mostró su rostro.
Era la muerte.
El noble murió al ver semejante espectro enmascarado.
No es la imaginación de quien escribe.
Sobra la bibliografía al respecto.
Cuando no escribo me dedico a investigar.
Luego desmenuzo la información.
Elijo aquella que se acerca más a la realidad.
No soy omnipotente para escribir la verdad.
Elijo todo aquello estimo me puede dejar enseñanzas.
La vida es un eterno aprendizaje.
Soy una humana no muy diferente a cualquier terrenal.
Quienes me conocen, saben la diferencia.
Me agradan las revistas médicas traducidas a mi idioma.
Son impactantes.
No hace mucho se descubrió una inyección intraocular que permite llegar a dar los besos guardados.
¿Inyección intraocular?
¡Si!
Una larga aguja del tamaño de un cabello se introduce en la córnea del paciente.
He pasado por eso por otros temas médicos.
Les aseguro no duele siempre y cuando las manos que la manipulan sean expertas.
Las conozco.
Vos mi amoroso mostrabas cierto terror cuando me las aplicaban por una enfermedad ocular.
En manos expertas son fuente de sanación.
El único bien que me interesa es mantener sana la visión para poder establecer estos contactos diarios.
Lo demás carece de importancia.
Están probando unas ampollas intraoculares que permiten la persona que más amás, en la tierra reciba los besos guardados.
La efectividad tiene la máxima potencia a las que son sometidas estas pruebas en terrenales.
Quienes la recibieron cuenta que la vida cambia.
Primero aparecen en el párpado imágenes de corazones latentes como si se trata de lágrimas.
Posteriormente grafemas que solo puede comprender el destinatario de los besos guardados.
Luego se convierten en besos, que el fallecido
puede recibir.
Lejos de importarme que todo se halle en una etapa inicial, las utilizaré para comenzar a darte todos los besos que tengo guardados para vos.
No tengo miedo ni ansiedad.
Preciso te lleguen demostraciones de mi amor incondicional.
Nunca dejaré la búsqueda.
Preciso abrazarte.
Sentir u perfume como antes.
Demostrar a quienes me a quienes me mantienen cautiva que nada podrán hacer para que te quiera de la manera loca que lo hago.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
¿Nadie es capaz de escuchar mi desesperado clamor?
¿Cómo piensan acallar mi voz?
¿No han percibido no les temo?
¿Qué más puedo perder?
¿La vida?
¿Es esta odiosa realidad?
Trato de llevarla dignamente,
Por la memoria de mi hijo nunca tomaré atajos?
¿Es una provocación?
No comprendo el lenguaje vil.
Si temen acercarse puedo asegurarles nada pasará.
Sean valientes a la hora de atacar a una mujer vulnerable.
¿Qué otra cosa piensan quitarme?
No tengo nada para ofrecerles.
¿Les interesan los objetos materiales?
A mi no.
Quiero besar a mi hijo.
Lo haré por más escollos que pongan en el camino.
Mi ser de luz me ayudará a sortearlos.
Querido hijo.
Mis armas de lucha están compuestas por un amor inquebrantable.
Aquí estoy, esperando venga por mí.
Te amo hijito.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=uQCVSHsZ-K0
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