Monday, March 16, 2020

INEXORABLE PASO DEL TIEMPO



Buenos días sol de mis de mi realidad solitaria.
Despertó la mañana con brumas de añoranza.
El cambio del clima invitaba a caminar por las veredas vacías.
La pandemia que azota al mundo, sumada, a las decisiones de todos los gobiernos del planeta ha logrado paisajes inesperados.
Ni siquiera se escuchan las risas de los niños que por un par de semanas no concurrirán a clases.
Ellos no entienden demasiado de las medidas sanitarias para cuidarnos entre todos, evitan o morigerando el avance de un virus incansable.
Compañero de la muerte han mutado las obligaciones de toda la sociedad a un enclave tan enigmático, cambiando costumbres.
El avance ha sido brutal en los países del hemisferio norte donde aún es invierno.
Los estragos son cuantiosos.
No solo el que se lleva a los terrenales que como vos nunca más volverán a la tierra, sino a las pérdidas materiales.
Al avance productivo.
Tal cual dice una integrante de mi familia chiquita, me sobra tiempo para pensar.
No se equivoca.
Tengo la certeza que mientras tenga los pies en este espacio, el vector de cada una de mis ideas,
sos vos.
Tu corazón si es que aún has podido conservarlo late hermanado junto al mío.
¿Para qué?
Quisiera detenelo a mi antojo.
Es la única forma que encuentro para que estemos juntos y así lograr darte uno de los tantos besos que tengo para vos.
¿Dónde están?

Duermen en el letargo.
Necesitan despertar para que los tomes con el mismo amor del ayer, hoy. Siempre.
He visto llorar a mis musas.
Impotentes no saben como conformarme.
Es imposible llegar a ese estadío cuando los enigmas me mantienen en cautiverio.
Por más que piense, no encuentro justificación terrena para argumentar tu presurosa partida.
Quince días de calvario en los que no dejé de buscar los errores cometidos para recibir semejante condena.
Lejos de importarme los silencios que me obsequian los asumo como parte de esta existencia que a diario debe sortear un escollo.
¿Qué hice mal para que fueras parte del mundo de los muertos, cuando tenías un futuro más que promisorio?
¿Cuál fue el error tan grande para que nadie pueda contestarlo?
Cuando las sombra acechan, camino.
¿Hacia dónde?
A cualquier parte creyendo podré encontrarte en cualquier esquina esperándome.
Tu voz dulcísimo saludándome antes del abrazo.
¿Cuánto más debo esperar para concretarlo?
He tenido que tomar decisiones inesperadas, sorprendentes.
Necesarias para que esta locura de persecución literaria culmine.
Lejos de ser imbatible algunos personajes abusan de la fragilidad de una mujer ultra vulnerable.
¿Llegan a lastimarme?
No.
¿Qué más puedo perder en la vida de los mortales?
¿Existe algo más precioso que tu existencia a mi lado?
No.
¿Lograremos la magia del reencuentro?
Quiero pensar así será por ello con tu ayuda sorteo los palos en la rueda de mi camino cansino.
¿Recordás cuando dejó de funcionar la primera impresora?
En el plasma de la computadora aparecía un robot desmembrado.
Era igualito a mi.
Perdón a sus partes.
Parecía decir, tenés que suplantarme, he cumplido mi ciclo.
Faltaba tuviera un cartel con mi nombre.
Como aquella he terminado el mío.
No comprendo la impertinencia de dejarme n este espacio que podría ocupar otro.
Otro terrenal con ganas de seguir.
Detesto ocupar ese lugar que dejó de pertenecer, cuando suspiraste por última vez.
Nunca asimilaré la tragedia.
¿Por qué?
Nuestra existencia era caminar juntos por la vida hasta que llegará mi final.
Todo fue subvertido por un capricho de la muerte que eligió mal su presa.
Mientras caminaba por las calles desiertas, miraba las edificaciones.
Todas cerradas, incluyendo las ventanas por las que puede entrar el aire fresco o el gorjeo de los pájaros, entonado las últimas melodías del estío.
Aun no comenzó la fuga de hojas de los árboles cuyas ramas añosas las sostienen.
¡Están vivas! Negándose a morir para renacer en primavera con los primeros brotes.
¿Por qué no pueden renacer los humanos que como vos han muerto?
¿Existen los milagros?
¿Cómo son?
Hasta este momento de mi realidad no he presenciado ninguno.
Nadie ha regresado de las redes de la muerte para contarnos la experiencia.
No sabemos si un cuerpo yaciente o las cenizas del mismo, posee alguna sensación.
¿Por qué?
Nadie responde.
El silencio es letal.
Como alguien que ha perdido el raciocinio me gustaría pensar en la probabilidad de tu vuelta.
¿Por qué nadie sensato contesta alguno de mis dilemas?
Continué mi camino sin rumbo prefijado.
Llamó mi atención una puerta de color celeste.
El frente estaba descascarado.
El número para individualizarla borroneado.
Solo las flores de un árbol que se apoyaba sobre ese frente, Pretendían insuflarle un poco de vida.
Quedé unos minutos observando la imagen de la tristeza.
Las flores danzaban llamando a los pájaros melodiosos.
¿Tendrían miedo que no acudieron a la cita?
Hay vistas taladrando los jirones del alma.
En esa casa aparentemente abandonada, alguna vez vivió una familia.
En alguna ocasión se escucharon las risas de niños.
Cuando pregunté sin darme cuenta lo hacía en voz alta, de alguna parte recibí palabras poco amigables “No seas estúpida, seguí tu camino”
Es imposible responder a quien no se visualiza.
¿Cuál es mi camino?
¿Por qué todos hacen oídos sordos a mis interrogantes?
¿Quién se arroga el derecho de señalarme?
¿Por qué con total liviandad me tildan de loca?
Es feo adjetivar a los desconocidos.
¿Cuál es la diferencia entre la locura y la cordura?
He de confesar que de haber perdido la razón, el motivo es tu muerte.
¿Alguien ha podido asumir la muerte de un hijo?
¿Podrían decirme cómo se hace?
No me pidan resignación.
Es imposible asumir que el hijo que tuviste durante nueve lunas y sus soles pase al olvide.
Piensen antes de aconsejar a una mamá vulnerable por haber perdido al tesoro más grande de su vida.
Tomen en cuenta que a cualquiera puede ocurrirle lo mismo.
Utilicen la sensatez antes que el dictamen.
Nadie conoce nada hasta que los eventos no ocurren.
Hijito de mi vida, te extraño de una manera difícil de dimensionar.
Quiero sumergirme en tu mirada.
Tus ojos permanecen cerrados.
No puedo hace ningún esfuerzo más para decirte cuanto te amo.
Como dicen los chicos digitales “Estoy jugada”.
Ayudame a creer en la posibilidad de un reencuentro.
No es mi deseo ser una puerta descarada en la que se nota el paso del tiempo.
A Cronos le pido por una vez sea magnánimo y no juegue más con el padecer de las madres que han perdido a un hijo igual que yo.
Nada debo hacer aquí en la tierra.
Te amo luz de mi vida, por ello nunca me cansaré de pedirte nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=eTOKcxIujgE

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