VIDA Y AMOR INFINITO

Buenos días mi alma.
Mis musas llegaron de la mano de una incipiente alborada.
Es más temprano que otros enlaces que establecemos a diario.
No puedo desalojar a doña ansiedad.
Estas letras estaban pensadas para mañana, día en que Princes, así la identificaré, pues no daré a conocer sus bellos nombre, mañana cumple su primer mes de vida.
Ayer antes de la visita al pediatra, vinieron a verme.
Princes, era portada en un bebesit por su papá.
¿Qué buscaría en el trayecto hasta la puerta de mi refugio mirando hacia el cielo?
¿Tal vez un ángel que la proteja?
Lo tiene desde el primer minuto en que arribó al ruidoso mundo de los terrenales.
No hay adjetivos para calificar sy belleza.
Quité el reloj de mi muñeca izquierda pues deseaba tenerla en brazos.
Tu hermano del alma sacó varias fotos.
Es una bebita enorme para su edad biológica.
Curiosa, descubriendo el mundo que puede perturbarla, se convirtió en una gigante para hacerme sentir, esos sentimientos que estaban aletargados desde tu ausencia.
Es muy simpática, tengo en el celular varias fotos donde ríe con ganas.
Fuerza inusitada en sus manitos.
Cuando mantiene cerrados los puños es porque guarda sueños de duendes y hadas.
No quería estar en la posición que se sostiene a los bebés, por lo tanto apoyada sy espada en mi pecho, la mantuve literalmente parada.
Mis manos percibían el latir de un corazón acelerado como el de todos los recién nacidos.
¿Qué decirte de quien la acunó en sus entrañas durante nueve lunas y sus soles?
Es amorosa, simpática y tiene la simplicidad de los estudiosos.
Es una profesional a quien me gusta escuchar hablar y escribe aún mejor.
¡Sí, hijo de mi alma!
Conservo la manía de siempre, me gusta por las palabras de quienes saben pronunciarlas.
No es de ahora.
Llevo esa elección desde siempre, quien no sepa manejar el lenguaje sería interesante permaneciera en silencio.
Princes feliz en los brazos de su mamá se quedó dormida.
Los bebés reconocen el amor infinito.
En esa familia, sobran los buenos sentimientos y el amor que se tienen los padres de la beba.
Creo es la segunda vez, veo a una mujer mira con tanto amor al padre de su hija.
En ese instante, la pequeña estaba en mis brazos.
Luego tu hermano de la vida se levantó para cambiarla.
No tardé en preguntarle ¿Vos la cambiarás?
Asombra la rapidez con que lo hizo.
Ayer le decía al padre, tu hermano de la vida que por las posiciones que la nena toma con sus piernas puede ser una discípula de Paloma Herrera.
Cuando noté la fuerza de sus manos, cinceladas por un escultor, pensé podría ser karateca.
Son locuras que se le ocurren a mis musas.
Es hermoso celebrar el milagro de la vida.
El tiempo más hermoso transcurrido ayer fue recibir a esa familia preciosa.
Ese ser pequeñito, despertó, sentimientos dormidos.
No hay mejor receta para morigerar la tristeza que recibir a una familia conformada con la llegada de la nena más linda que conozco.
La niña es sinónimo de ternura elevada a la máxima potencia.
Sé que desde donde estás has disfrutado tanto como yo, la visita de Princes acompañada de sus papis.
¿Qué deseo para ella?
Un mundo en el que pensamos quienes amamos las letras.
Enclave donde todos sepan guardar silencio cuando no tienen nada para decir.
Espacio en que todos los chiquitos tengan las mismas oportunidades.
La imagino celebrando alegremente la aparición de hadas duendes y gnomos en un bosque fantástico.
Recibirán a esta, bella niña, una orquesta de ardillas, saliendo del tronco de añosos árboles.
Un sitio donde pueda sentirse con la libertad propia de los inocentes, que en su mundo maravilloso no están intoxicados, como algunos grandes.
Esta nenita no necesitará como los arbolitos recién plantados, tutores para sostener su crecimiento.
Tiene a sus padres trasuntando amor entre ellos y para ella.
No hace mucho, le decía a tu hermano del alma que en el momento que tuviera por vez primera en sus brazos a su hijita, llegaría a la conclusión que el amor de un padre o madre que trae hijos a la vida, no se compara con ningún otro.
Es único.
Incondicional.
Inconmensurable.
Ayer le pregunté como se sentí y contestó, igual a aquello que dijiste hace unos meses.
Sabés que no solo me refiero al amor que nos dispensamos sino a la empatía que había entre nosotros, hasta convertirnos en cómplices de travesuras.
Sos sabio, siempre lo has sido.
Empleo tiempo pasado y presente, dado que pese a que no estés corporizado para darte un beso, sabés te llevo tatuado en los jirones de mi alma.
Los caprichos del destino a quien nadie ha podido dominar, muchas veces nos asestan los golpes que te convierte en una mujer rota, titulo del libro de la autora francesa Simone de Bouvoir.
También para mitigar esa tragedia señalando para siempre un hito en la realidad de cualquier mamá herida, suele obsequiarte minutos de sosiego.
Es lo que ayer ocurrió con la visita a mi refugio de la pequeña Princes y sus padres.
Ellos saben que los quiero, pero, siempre hay uno, quien se lleva el mayor caudal de cariño es la nena.
No es necesario te pida, la cuides.
La generosidad innata que siempre derrochaste me lleva a concluir que lo estás haciendo desde antes de su nacimiento.
Te amo hijo, es muy difícil escribir para un niño.
Ella se enterará cuando tenga capacidad para comprender.
Demás está decir que cada uno de los grafemas convertidos en palabras, nacieron en el alma.
No sé escribir sin el motor de los sentimientos.
Se siente lindo cuando el amor es el vector de cada acto de nuestra vida.
¿Por qué no estás entre nosotros?
Dilema que no dilucidaré jamás.
Nadie responde con verdades absolutas.
Este relato era para mañana, día en que Princes cumple su primer mes de vida.
Para ella lo mejor y para vos el pedido de siempre.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=45OMV39rRhI