¿SERÁ ASÍ TU MORADA?

Buenos días mi amor luminoso.
No hay segundo de mi existencia donde no piense cual será la apariencia de tu morada.
No puedo llamarla nueva ya que hace cuatro años u medio estás allí.
Lejos de tus cosas mas queridas, libros, música y por supuesto tu inseparable amigo el móvil donde podías conectarte con el mundo.
¿Podremos en alguna ocasión conectarnos con el cielo?
¿Por qué a veces tengo la necesidad imperiosa de pensar que estás en algún punto del cosmos?
¿Por qué el peso de la soledad logró, todo fuera un manto de sospechas, dando origen a mis dilemas?
El cielo existe.
Lo veo cada mañana al despertar.
Admiro los colores del amanecer tanto como los del crepúsculo a quien considero el dueño de la muerte de los días.
La noche tiene sus encantos.
Brilla el cosmos con millones de estrellas encendidas, dando paso a la aparición maravillosa de la dueña del rostro plateado más hermoso que existe en la realidad de los terrenales.
Entonces ¿Por qué se producen las vacilaciones?
Creo poseer la respuesta, por ignorancia, al no saber en que estrella o constelación estás sentado mirándome.
Conocés a diario busco imágenes para que antecedan estos contactos mágicos.
Sentiría abulia y tristeza indescriptible si no pudiera realizarlos.
Recibí por correo la vista utilizada, remitida por el sitio de imágenes en que busco el preludio de estos contactos tan añorado pues te siento más cerca, aún cuando no pueda verte para darte ese beso aletargado, del que sos el único dueño.
Posee los colores celestes del cielo con el agregado de las flores del árbol que ha llegado a encandilar mi alma por su belleza y sencillez.
Cerezos en flor.
Mudos testigos del horror ocurrido hace unos años en la central nuclear de Fukushima.
Delicadas flores de cuatro pétalos que se encuentran no solo en las viviendas, sino también al costado de las autovías.
En anteriores vidas, debo haber pertenecido a ese lugar, fantástico en la tierra.
Al ver la fotografía, decidí que ilustrara esta conexión.
Uno de mis primeros cuentos, está situado en la Isla.
Un abuelo, najo el árbol de cerezos de su jardín, intentaba resolver las vicisitudes que tenía su pequeña nieta.
¿Has visto árboles de cerezos en flor en el sitio donde estás?
¿Otras flores?
Los poetas, sobre todo Dante pinta el Paraíso como un lugar único.
Quedó flotando en el misterio de su pluma si pudo o no convencer a la pequeña Beatrice, para que lo acompañara hasta el final.
¿No hubiera sido aconsejable, con las diferencias del sentimiento que fueras vos quien me llevara a transitar los últimos días por suelo terrenal?
¿Por qué fui yo quien tuvo que presenciar tu muerte?
¿Nadie comprendió que llegaste a la vida para vivirla conmigo hasta el final?
¿Por qué los valores se han subvertido?
¿Qué hice mal?
¿Por qué tanta injusticia a la hora de dictar condena en mi contra?
¿Necesitaban, tu luminosidad?
¿Por qué nadie sabe decir, explicar, cómo se desarrolla la realidad de los muertos?
¿No les duele la soledad a la que son sentenciados?
¿En tu camino hay luz u oscuridad?
¿Cómo es la eternidad?
Mil vacilaciones sin resolver.
Por esa suma de tristezas, busco alegrar tu tiempo, mostrándote imágenes que puedan transportar belleza hacia el enclave donde te encontrás.
¿Cuándo podré emprender mi viaje hacia ese espacio?
¿Es una entelequia o parte de la realidad?
Decirte, te amo, es una obviedad.
No hay palabras nuevas para que pueda expresarte el caudal creciente y arrasador de mi amor de madre.
Re extraño.
Preciso verte un instante.
Abrazarte, transfiriéndote calor?
Estar para siempre juntos sin importar el lugar.
¿Qué ha sido de tu mirada?
Tesoro como siempre te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=nM1zIUGJIgA